Conde e Ignacio Méndez advirtieron sobre la corrosión que, desde su óptica, está causando en la sociedad dominicana una especie “poli-mafia”, compuesta por personas que se han enganchado en la política sólo para tragarse los presupuestos públicos, ejercer el tráfico de influencia y establecer nidos de corrupción administrativa.Isa Conde, ex presidente de la Asociación de Empresas Industriales de Herrera (AEIH) y Méndez, actual presidente de la Federación de la Asociaciones Industriales (FAI) hicieron un llamado a la parte sana de la sociedad a mancomunar esfuerzos para atajar ese fenómeno que definieron como pernicioso.
“En los partidos políticos, en las instituciones públicas, en el seno del gobierno, en las organizaciones empresariales y de la sociedad civil hay mucha gente con valores éticos, sana, no maleable por la corrupción, que debe levantarse contra esa suerte de poli-mafia”, señaló Isa Conde, asesor industrial del poder ejecutivo y uno de los fundadores del Consejo Nacional de Competitividad.
Por su lado, Méndez señaló que resulta preocupante observar cómo algunos personeros degradan el ejercicio de la política, anteponiendo sus intereses individuales, articulando negocios oscuros, atentando contra los fondos públicos, frente a una sociedad que parece haber perdido la capacidad de asombro.
Al igual que Isa Conde, Méndez cree que no todo está perdido, porque en las entidades políticas hay mucha gente sana que no se deja manchar por las acciones de un grupo de mercenarios que actúa sin contención.
El presidente de la FAI llamó a esa fuerza sana a unirse para moralizar la función pública, habida cuenta de que la corrupción se traga los fondos presupuestarios y resta recursos para la educación, la salud, la alimentación y el saneamiento del ambiente, factores claves para conseguir una economía competitiva.
Isa Conde insistió en que “hay que hacer un frente contra esa delincuencia, cuyos efectos pueden ser peores que los del narcotráfico y es necesario enfrentar a las autoridades permisivas que no ponen freno a un fenómeno que está dañando el tejido social.”
Apuntó que los políticos legisladores y funcionarios serios, a quienes le duele este país, así como los empresarios conscientes, los representantes de las iglesias y de la sociedad civil que anhelan una mejor nación, deben unirse para decir “basta ya” a esa poli-mafia que socava los cimientos de la sociedad.
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