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martes, 26 de enero de 2016

La oposición política va al matadero electoral: Análisis de Juan Bolívar Díaz

Escrito por Juan Bolívar Díaz.


24 de enero de 2016 -República Dominicana.- A menos de cuatro meses para las elecciones generales del 15 de mayo la generalidad de las encuestas sigue otorgando alta posibilidad a la reelección del presidente Danilo Medina, aunque una considerable mayoría considera que el país va por mal camino con deterioro económico y del costo de la vida y grave delincuencia y corrupción.

La explicación a esa contradicción podría ser la falta de expectativas ante una oposición a la que se le acaba el tiempo para alcanzar siquiera una mínima concertación que genere sinergias para enfrentar una maquinaria política que controla y abusa de todos los estamentos del Estado, y a la que le sobran recursos económicos y control del arbitraje.  

Apabullante encuesta Penn

Los resultados arrojados esta semana por la encuesta de Mark Penn para el servicio informativo SIN no podrían ser más apabullantes para la oposición al gobierno, y aunque no sean palabra de Dios y hasta generen dudas, por las contradicciones que ella misma muestra, la mejor respuesta debería ser el análisis frío y desapasionado.

Hasta observadores ajenos al quehacer partidario se niegan a aceptar esa diferencia de 57 a 27 por ciento de Medina sobre Luis Abinader, con apenas 3.6 para Guillermo Moreno y 0.7 para Minou Tavárez Mirabal, después de múltiples escándalos y desventuras para el gobierno y el PLD, sometidos a fuertes críticas de líderes sociales, empresariales y religiosos por los niveles de corrupción e impunidad, por la inequidad en la distribución del crecimiento económico y el auge de la criminalidad. Hasta el punto que la valoración de la gestión del candidato a la reelección en la encuesta empresarial de la firma Deloitte cayó  de 72 a 43 por ciento en el último semestre del 2015.

Esa caída ocurrió  justo en el período de mayores escándalos, iniciado con la compra de medio congreso para posibilitar la reelección presidencial, la repostulación total de los legisladores y alcaldes y la auto-prolongación de los dirigentes del partido de gobierno, seguido por la violencia con muertos y los cientos de impugnaciones a la convención para candidaturas a regidores y algunos diputados y alcaldes. Escándalos de corrupción como el de la OISOE, impunidad pactada a favor de Félix Bautista, colapso de la justicia, más de un centenar de muertos por dengue, un embajador ante la ONU preso en Nueva York por corrupción, escape de los pilotos franceses, revelaciones de la construcción de una carretera y de un contrato para otra planta de carbón clandestinos, entre otros.    

Mal pero con Danilo

La Penn-SIN no es la primera que registra la señalada contradicción entre insatisfacciones y preferencias por Medina. Véase el Tema de Hoy del 19 de julio pasado, que analizaba los resultados de la última Gallup-HOY, resaltando el “amplio apoyo a una reforma constitucional que la mayoría cree comprada y a una gestión gubernamental que se quema en los principales renglones”. Lo mismo ocurrió en otras encuestas.

Aunque en esta de Penn, Medina baja de los 60 puntos que se le atribuían, (62 a 17 ante Abinader, en la última Gallup-HOY) sigue registrando fuertes contradicciones. No parece racional que el 57 por ciento favorezca la reelección cuando el 52 por ciento dice que el país va por mal camino (43.5 por buen camino) y el 68 por ciento, más de dos tercios, considera que la economía va en dirección equivocada, con sólo 30 por la correcta.

El 45.5 por ciento señaló  la criminalidad y delincuencia cuando se le preguntó sobre el problema más importante, seguido por costo de la vida-inflación, falta de empleo y corrupción del gobierno. Pero al indagar sobre la mejor razón para votar por Medina sólo el 3 por ciento señaló la estabilidad económica, el 1.6 por combatir la delincuencia y corrupción, y el 1 por ciento porque reduce la pobreza. El mayor porcentaje, 19 por ciento, basó su preferencia en buena gestión. El 16 por ciento por mayor aporte a la educación.

Podría haber explicaciones

En vez de descalificar las encuestas, los opositores deberían tirarle una mirada más profunda, reconocer el éxito que ha tenido Medina en proyectar una imagen cercana a la población, y en haber aceptado el clamor nacional por la inversión en educación que su partido rechazó en sus anteriores 12 años de gobierno.

Otras explicaciones pueden ser la inversión de cerca de 10 millones de pesos diarios en publicidad gubernamental, control económico de la mayoría de los medios de comunicación y de los comunicadores, decenas de miles de dirigentes y militantes  en las nóminas estatales, más de 2 millones de tarjetas distribuidas para acceder a “programas para reducir la pobreza”.

Durante muchos años el PLD ha logrado afianzar una imagen de invencibilidad, aunque en la última elección presidencial sólo logró 51 por ciento del voto y perdió en la mayoría de las provincias. Pero para curarse de nuevos espantos auspició la división del partido que en el 2012 lo había superado en más de 199 mil votos, mediante repartos, corrupción y manipulación de los tribunales que controla, a lo que contribuyó la incapacidad y la degeneración de los mecanismos democráticos internos del mismo.

La división de la oposición

De lo que no hay dudas es que hasta ahora ninguna encuesta ha bajado a Danilo Medina del primer lugar en las preferencias para los comicios del 15 de mayo. Esa realidad y las enormes ventajas y el monopolio del poder del reeleccionismo les han permitido a analistas como Rosario Espinal, Andrés L. Mateo, Francisco Alvarez Valdez, Felipe Ciprián y otros, considerar que las próximas serán las elecciones más desiguales. El que todavía no lo entiende que analice la sentencia del Tribunal Superior Electoral que reconoció a Fello Suberví como candidato a alcalde del DN por el PRM, sin haberse realizado la asamblea que dispone el artículo 68 de la ley electoral.

Frente a las enormes ventajas de que dispone el partido-Estado sólo una fuerte unidad de propósito, programática y de candidaturas de oposición, podría generar competencia y cambiar la percepción de invencibilidad que influye en el estado de opinión pública. Eso no lo han comprendido los dirigentes de múltiples grupos políticos dispersos.

Algunos sustentan una hipócrita apuesta a una segunda vuelta electoral, sugiriendo que para entonces se impondría la concertación, cuando hay indicadores de que sólo la unidad desde ahora generaría sinergias para detener el reeleccionismo, lo que sólo ha ocurrido una vez en la recurrente historia nacional, con Hipólito Mejía en el 2000 en medio de la terrible crisis bancaria que hundió la economía, y con Balaguer al tercer intento.

Si creyeran en una segunda vuelta, estarían pactando desde ahora para garantizar el apoyo al que quede contra el candidato oficialista, para generar optimismo y buscar representación  congresual y municipal. Pero además los otros 4 mil 104 cargos electivos se deciden en una sola votación, y por jurisdicciones donde las diferencias pueden ser decenas o cientos de votos, y donde la división interna del PLD y la imposición de candidaturas abren espacio al avance de la oposición. La concertación garantizaría que más personalidades sociales aceptasen candidaturas y por menos la franquicia de los partidos.   

Se les acaba el tiempo

Todos los indicadores, incluyendo las diversas encuestas, apuntan de nuevo a la bipolarización que caracteriza al electorado nacional y que ha dejado tan mal parados a muchos candidatos alternativos al corrompido y destartalado sistema de partidos, como lo indica el cuadro anexado.

Pero el tiempo se está acabando para la concertación opositora. No han hecho caso a numerosos análisis y reflexiones de personalidades interesadas en la institucionalidad democrática. Una de las mejores fue la del reconocido jurista Ramón Antonio Veras, del 7 de diciembre pasado, que se  encuentra en El Nuevo Diario Digital con el título “En procura de una unidad programática”.

Negro Veras se queja de que los grupos portadores de ideas progresistas, democráticas y de izquierda no han ocupado cargos electivos por pretenderse químicamente puros y no lograr insertarse en las coyunturas. Les pedía que tomaran en cuenta la correlación de fuerzas y “abandonando el puritanismo, y con un pañuelo en la nariz, sentarse a debatir un programa mínimo de lucha con sectores opuestos ideológicamente, pero dispuestos a ceder”.

El reconocido luchador democrático planteaba “aceptar algo ahora, para reclamar mucho después”. Afirmando que “la unidad dentro de la diferencia se alcanza con inteligencia política de altura”.-


jueves, 14 de enero de 2016

Las alianzas del PRM y su futuro político

Las alianzas del PRM y su futuro político

Escrito por: Enrique Cabrera Vásquez (Mellizo).


San Pedro de Macorís, 3 de enero del 2016.- cada coyuntura político electoral producida en nuestro país en los últimos años ha estado caracterizadas por alianzas entre las diversas fuerzas políticas que compiten por alcanzar el poder presidencial, congresual y municipal. El escenario concreto de las contiendas ha visto a los que se consideran en desventajas ingeniársela para mantener su vigencia jurídica concomitantemente con cierta cuota de representatividad en el Estado Dominicano. Táctica y estrategia posible en cualquier circunstancia electoral.

Así las cosas,  el domingo 13 de diciembre del 2015, se anunció al país el gran acuerdo o pacto de alianza electoral suscrito entre el Partido Revolucionario Moderno (PRM),  creciendo con rapidez en todas las encuestas y el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), en descenso en las mediciones de cara al certamen de mayo 2016.

En torno a esa publicitada alianza que acaparó la atención y los más variados comentarios en los medios de comunicación dado que, "los reformistas aceptaron la propuesta del PRM de asignarle 50 candidaturas a diputados, 12 a senadores, tres diputaciones del Parlasen, un diputado nacional, 50 alcaldías y 85 distritos municipales",  escribí en su momento: “Creemos que se le ha dado demasiado a un partido y su candidato que no llegan a un 4 por ciento".

Este masivo y sorpresivo desprendimiento de candidaturas de parte del PRM lo coloca, a mi juicio, en una situación engorrosa en razón de que sacrifica, por el solo interés de la candidatura a la presidencia, el liderazgo local tan necesario para cohesionar la campaña y tener una sólida fuerza de retaguardia en caso de cualquier escenario resultante de las elecciones de mayo 2016.

El PRM está haciendo un único calculo, la Presidencia, sin tomar en cuenta que en cualquier torneo electoral establecido por el sistema democrático se va a ganar o a perder; y si se obtiene una alta representatividad en los poderes legislativo y municipal el partido y su base tendrían una cuota importante de poder para desarrollar una estrategia opositora consecuente y con vocación de poder.

Dejar a la intemperie el liderazgo local partiendo de que "el fin justifica los medios, menospreciándolo con la peregrina tesis de que lo que importa es la presidencia y nada más, constituye un error estratégico cuyo costo podría poner en peligro la unidad y existencia del partido. Además en caso de ganar la presidencia no todos los compañeros y compañeras cabrían en la nómina gubernamental.

El PRM debe pensar en el presente y en el futuro. A nivel de las provincias y municipios posee una matrícula de calificados y experimentados dirigentes fogueados en múltiples batallas políticas y los mismos jamás deben ser subestimados. Lo que se desprecia hoy puede hacer falta mañana.

Y en el caso que ganemos la Presidencia, como deseamos todos los perremeístas, el presidente Luis Abinader necesitará de legisladores, alcaldes, regidores y dirigentes locales, confiables y calificados, para defender su gobierno frente a  cualquier contingencia, y garantizar el respaldo institucional de un partido fuerte y unido.

En San Pedro de Macorís el diputado Nelson Arroyo y sus seguidores están proclamando a los cuatro vientos con morbosa alegría, "El Primo se jodió, Sergio Cedeño del PRSC será el candidato a síndico". De esto ser ciertos. De materializarse el mezquino y egoísta deseo de Arroyo y su grupo, podría conllevar  que centenares de dirigentes y simpatizantes del PRM se replieguen y enfríen e incluso cientos quizás hasta renuncien públicamente del partido,  dadas las expectativas y esperanza que concita la amplia simpatía social y popular del Lic. Héctor Luis Febles (El Primo), cuya ascendencia en los diferentes sectores de la comunidad vaticina una gran unidad popular alrededor de su candidatura contra el candidato de la alianza PLD-PRD. ¡Muchos planes y proyectos en beneficio de San Pedro de Macorís quedan en el intento!

En San Pedro de Macorís el ambiente político presagia que el partido puede ganar la sindicatura en la persona del Lic. Héctor Luis Febles (El Primo), un fenómeno de simpatía política y social por todas partes. Un hombre respetado y apreciado por miles de personas. Además, el Ayuntamiento de esta ciudad debe ser visualizado como si fuera del PRM partiendo del criterio político de que el síndico Tony Echavarría llegó y se ha reelegido con los votos de la mayoría perredeístas que hoy es el PRM, por razón de gravedad más del  70 por ciento de los empleados del  cabildo son reconocidos simpatizantes y dirigentes del PRM y si Sergio Cedeño, Josecito Hazim Frappier y el PRSC logran su dominio, todos los perremeístas serán implacablemente cancelados.

Al día de hoy mi amigo Luis Abinader crece en las encuestas, resultado de tener un discurso cónsone con el deseo de cambio de la mayoría del pueblo dominicano hastiado del latrocinio gubernamental y la base corrupta que sustenta la desmedida ambición reeleccionista del presidente Danilo Medina. Por ello es, (hasta ahora) el mejor candidato del momento. Así lo percibe el país político.

Empero, falta un largo y tortuoso trecho por recorrer desde hoy hasta mayo 2016 y cualquier desliz, parcialidad nefasta, descuido, sobrestimación, mezquindad o terquedad política, puede  malograr el camino del triunfo. La unidad del partido es crucial, todo el mundo hace falta. Es necesaria la mayor alianza interna posible. Jamás debemos descuidar nuestra base raíz ya que la misma le  permitirá al PRM la suma capacidad cualitativa, y la calidad para encabezar y liderar la necesaria convergencia de fuerzas opositoras para poder derrotar la maldita reelección presidencial de Danilo Medina. 



lunes, 4 de enero de 2016

¿No habrá llegado la hora de cambiar al PLD?

¿No habrá llegado la hora de cambiar al PLD?

Escrito por: Melvin Mañon.  Sociólogo y comunicador. Reside en Santo Domingo.

Fecha: enero 04, 2016.-
Andrés L. Mateo enarbola una prosa que rebosa indignación y dolor, íntimo, transferible y óseo. En la acabada y hermosa pulcritud de su lenguaje enlaza denuncias y lanza retos que como en las cuentas de un rosario dan para rezar al beato e inspirar al profano pero no inhiben la conducta de los denunciados.

José Luis Taveras con prosa tan hermosa pero acaso mes pagana que la de Andrés, tan indignado como aquel, desenmascara al poder y advierte, en vano, como si estuviera en estrados, de las consecuencias que ese accionar tiene para nosotros y habrá de tener para ellos.

Juan Bolívar Díaz anda con su yunta de bueyes a cuesta trazando surcos donde siembra números, datos y situaciones que, como simiente, desea vehemente ver germinar pero cuyos brotes perecen en la aridez del entorno o los fumiga el poder con yerbicidas.

Ramón Colombo pone su inigualable capacidad para la burla, la simulación y la mordacidad al ridiculizar el poder y sus pretensiones pero con ello es más lo que nos divertimos nosotros que lo que se inmuta el poder.

Sarah Pérez estalla como un verso de Miguel Hernández y tras su discurso se forma una estela de espuma blanca, la rabia que vemos nosotros con esperanza y que el poder se da el lujo de ignorar.

Marino Zapete a fuerza de enjuiciar con Edith Febles los desatinos, abusos y crímenes del poder termina en la calle incapaz de haber logrado estremecer de vergüenza ese poder o acaso expulsado de su trabajo de comunicador por haberse acercado demasiado.

Felipe Ciprián, prevenido de la futura pero inminente asfixia de su pueblo, adversa las plantas de carbón, alienta la resistencia, propone escenarios a los de abajo, previene a los de arriba y tampoco logra impedir nada de lo que con fuerza denuncia.

Fausto Rosario, preside una gestión editorial en Acento.com donde acuden los que, indignados como él, todavía creen que la denuncia, la educación y la difusión pueden hacer una diferencia a pesar de la indiferencia y del desprecio evidentes del poder.

César Pérez, con la mesura del lenguaje que es tan propia de su carácter y con la firmeza y verticalidad de su conducta no ahorra ocasión para someter al poder al escrutinio por sus desafueros y desmesuras pero tampoco él logra avergonzarlos ni penetrar la espesa capa de desvergüenza que los protege.

Miguel Guerrero, ataca con rigor y desde otra perspectiva  las locuras y los desmanes de un poder sin rumbo y sin parámetros y ni siquiera por las credenciales impecablemente conservadoras de tan veterano escritor se digna el poder escucharle.

Rafael Rodríguez Ferreira, procedente del estamento militar, descarga su ira ante el ridículo, la manipulación del lenguaje, la pretensión de transparencia que no ya el gobierno pero si sus alabarderos defienden y lo estremece esa sensación terrible de albergar la certidumbre de que nada cambia.

José Rijo Presbot, generalmente centrado en los temas económicos y ejecución presupuestaria, contempla impotente cómo el poder se da a si mismo el lujo de ignorar cualquier manifestación de decoro o sensatez mientras hace exactamente lo mismo con la publicaciones de Francisco Álvarez Valdez referidas casi siempre a temas judiciales y/o constitucionales donde el desprecio del poder a la ley y a la sociedad civil es verdaderamente ejemplar y me atrevo a decir que sin precedentes.

Y ¿qué puede decirse de los trabajos de Antonio Almonte, que en vano para el poder, pero educativo para nosotros, aborda el tema energía y reseña contratos espúreos, abusos flagrantes, iniquidades de todo tipo.

Los editoriales de Emmanuel Castillo en La Información, el coraje de los cuestionamientos de MarIen Aristy Capitán sin olvidar los de Milizen Uribe y los trabajos de Claudio Acosta en Hoy, le resbalan por igual al poder que insensato, sectario, incompetente y corrupto nos empuja a la violencia convencido de que, con su accionar, asegura nuestro sometimiento.

Desde la diáspora, Pablo Gómez Borbón, Rosario Espinal y Segundo Imbert, entre otros, no cesan de hacer aportes, no cejan en la crítica, no renuncian al adecentamiento de la vida nacional y aunque viven lejos permanecen cerca y “pertenecen” que no es lo mismo que “vivir o haber nacido” como bien distinguen los habitantes de Turks & Caicos.

Puedo hablar de los esfuerzos y propuestas de Eddy Olivares soberanamente despreciados, de los artículos de Rafael Álvarez quizás el más joven de todos pero tan ignorado como los demás y puedo y debería seguir enumerando y reseñando voces, plumas, conductas y esfuerzos pero entonces me alejaría de un punto que entiendo es demasiado pertinente.

CAMBIAR

Si la vocación delictiva del poder no ha podido ser inhibida por todos los que han dedicado mucho de su tiempo a intentarlo; si el ejercicio del poder se consuma de espaldas a cualquier escrúpulo; si hasta la apariencia de legalidad es despreciada;

si la evidencia acumulada, cotidiana e inequívoca del ejercicio del poder es una apuesta por el envilecimiento final y último de la nación dominicana, ¿no habrá llegado la hora de cambiar?.

¿No habrá llegado la hora de entender que, por más vehemente que haya sido el compromiso de abrazar el diálogo, los métodos pacíficos y las formulas de cortesía ya esos recursos no dan para más?

¿No habrá llegado la hora de aceptar que proponer y peor aun, luchar por una sociedad mejor, es una empresa llena de peligros y riesgos y no solamente un enunciado intelectual?

El poder corrupto y envilecedor apuesta a nuestra sumisión, a nuestra cobardía, a nuestro endeudamiento; a que denunciaremos pero nunca haremos nada o no sabremos hacerlo. Nosotros debemos apostar a la rebelión. Ni mis años ni mis fracasos pueden ser una excusa. Lo que no hagamos nosotros por nosotros mismos no debemos esperarlo de la casualidad, de potencias interesadas, embajadas coyunturalmente favorables, de comisiones itinerantes y con frecuencia inoperantes.

El 16 de noviembre de 2015 Margarita Cordero, en el discurso que pronunció al recibir el premio  nacional de periodismo, aprovechó la ocasión, la asistencia y el foro para increpar, criticar, juzgar y condenar el ejercicio actual del periodismo dominicano en sus dueños, patrocinadores, contratistas y empleados.

Como Fray Antón de Montesinos, en su famosísimo sermón del cuarto domingo de adviento del año 1511, increpó a los españoles, autoridades y beneficiarios de la colonia, por los abusos y crímenes de la esclavitud que a diario cometían en perjuicio de los habitantes. Margarita, como Montesinos, increpa a los culpables. Ambos sabían bien que el auditorio al que increpaban era el mismo que habia otorgado el premio a una y colocado al otro en el púlpito.

Alvin Reyes, en una comunicación, me advierte: “Pero Melvin, el poder los ignora porque sabe que el mensaje no llega, si el mensaje calara, si la gente reaccionara al mensaje,  ya el poder hace rato que hubiese actuado o al menos estuviera preocupado…  Varias veces te he dicho que uno de nuestros problemas, por no decir el principal, no es el emisor de los mensajes, no es la forma de estructurar el discurso, es el receptor del mensaje… ¿podemos esperar que una sociedad que se ha arrodillado a la búsqueda de la diversión, a la pelota, al “romo” , al denbow y al dominó sea capaz de interpretar de manera correcta los mensajes que les envían esos que enumeras con justicia. . .?

”Si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo” escribió Einstein, para que lo recordemos ahora, aprendamos, corrijamos y triunfemos. La obra debe ser terminada.  Todo nuestro quehacer ha de ser increpado, cuestionado y superado y, si no es por nosotros mismos, que lo sea por quienes puedan superarnos. Pero que sea.

Foto del autor del presente trabajo periodístico, Melvin Mañon.  Sociólogo y comunicador, quien reside en Santo Domingo.

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