Enviado por: Damaso
La prostitución se ha incrementado en Queens ante la ausencia de un cuerpo policial que la combata. Queens, NY.- Durante cuatro años, la vida de Gloria (nombre utilizado por ella para proteger su identidad), de 40 años, no fue más que un infierno. Fueron años dedicados a la prostitución en la Avenida Roosevelt y Queens, en donde según relata, se arriesga hasta la vida a cambio de jugosas sumas de dinero.
Originaria de Colombia, Gloria confesó a este reportero que hubo momentos en que tuvo que atender 40 clientes en lapsos de 15 minutos cada uno. Para ella, las relaciones sexuales eran una obligación y no un placer.
En todo ese tiempo, la mujer laboró los siete días de la semana con una ganancia neta de 5 mil 600 dólares, que representaba el 50 por ciento del total de los ingresos. La otra mitad se lo repartían entre su chulo, que era el propietario del apartamento de citas, y el individuo que se encargaba de traer a los clientes.
Para la mujer, pese a representar un jugoso negocio, no se lo recomienda a ninguna mujer, sobre todo por lo traumas que trae consigo.
“Cada vez que una persona me penetraba lloraba. Era horrible”, confesó la también madre de cuatro niños. Agregó que fue traída a Estados Unidos desde su natal Colombia a base de engaños, pues le prometieron trabajo y residencia. La mujer, de oficio profesora en su país , explicó que fue invitada por personas cercanas a ella para trasladarse a Nueva York a fin de obtener un empleo mejor remunerado.
“A mí me prestaron una plata en Colombia, por lo que tan pronto y llegué a este país me dijeron que tenía que trabajar en lo que fuera para pagar la deuda”, continuó Gloria.
Una vez en Nueva York, la mujer recuerda que fue forzada a vestir ropa sensual y a prostituirse. A partir de ahí, la mujer vivió la pesadilla por cuatro años hasta que un día logró escaparse.
La mujer trabajaba en un apartamento de citas, ubicado en las intersecciones de la Cuarta Avenida y la calle 57, en Brooklyn y en otro ubicado en la calle 90 y Avenida Roosevelt, en Queens. La mujer dijo que nunca conoció a los propietarios de dichos apartamentos por su nombre y sólo los identificó como “el cubano” y “la puertorriqueña”.
Según el relato de la colombiana, a estos apartamentos acuden todo tipo de personas, incluyendo policías y menores de edad.
“El de Brooklyn tiene dos clientes que son policías y a ellos no les cobran nada”, dijo Gloria, quien agregó que los cobros por un servicio de 15 minutos son unos 40 dólares.
En este negocio, continuó, las mujeres tienen un horario de 10:00 de la mañana a 7:00 de la noche y de 5:00 de la noche a 3:00 de la mañana los siete días de la semana.
“Si te enfermas, simplemente el chulo no te paga la semana y si llegas a tener tu periodo menstrual, estás obligada a utilizar esponjas para que el cliente no se dé cuenta”, afirmó.
Gloria dijo que hasta hace dos años había ejercido la prostitución y el día que decidió salirse del negocio fue amenazada y maltratada por los dueños de los apartamentos.
“Me rajaron la mano con un cuchillo. El dueño me amenazó diciendo que si yo me salía de esto me iba a denunciar (a las autoridades de) inmigración para que me deportaran. Al final te humillan y te echan a la calle”, explicó.
Armada de valor y con el apoyo de su compañero, Gloria explica que finalmente pudo abandonar la prostitución, “y aún así me amenazan con matar a mi familia en Colombia”.
La joven recuerda los peligros a los que se enfrentó durante el tiempo que ejerció la prostitución.
“Lo más peligroso es cuando tienes que hacer un servicio a domicilio, pues no sabes con quién lo vas a hacer, si la persona está enferma o te va a hacer daño”, dijo. “El miedo a que una persona la contagiara de alguna enfermedad sexual es constante”, agregó.
La mujer se encuentra en la actualidad bajo protección del grupo Angeles Guardianes de Queens. El asambleísta José Peralta (D-Queens) aseguró que va a tratar de proporcionar asesoría legal y psicológica a la joven colombiana.
Actividad ilícita en su apogeo
En una reciente investigación, El Diario/La Prensa, de Nueva York, encontró que en la última década, la prostitución se ha incrementado en Queens ante la ausencia de un cuerpo policial que la combata.
Anthony M. Communiello, asistente de fiscal de distrito de Queens, reconoció que la prostitución es una de las principales preocupaciones para esta fiscalía.
Según datos de su oficina, en 2007 al menos 307 personas fueron detenidas por delitos relacionados con la prostitución y, en lo que va del 2008, 90 han sido acusadas de solicitar servicios a una prostituta.
El asistente de fiscal dijo que el negocio de la prostitución está más presente en algunos puntos de Queens Boulevard y la avenida Roosevelt, así como en los vecindarios de Flushing y Rockaway. La prostitución también ha florecido en algunos hoteles y burdeles de Long Island City y Jamaica.