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martes, 4 de noviembre de 2008

Yo quisiera como los poetas y humanistas universales traspasar las estrellas y ser infinito en el tiempo

 Yo quisiera como los poetas y humanistas universales traspasar las estrellas y ser infinito en el tiempo
 
Escrito por: Enrique Cabrera Vásquez

“Lo más preciado que posee el hombre es la vida. Se le otorga una sola vez y hay que vivirla de forma que no se sienta un dolor angustiante por los años pasados en vano, para que no queme la vergüenza por el ayer vil y mezquino, y para que al morir se pueda exclamar. Toda la vida y todas las fuerzas han sido entregadas a lo más hermoso del mundo, a la lucha por la liberación de la humanidad. Y hay que apresurarse a vivir. Pues una enfermedad estúpida o cualquier casualidad trágica pueden cortar el hilo de la existencia”. (Nikolai Obstrovski, de su novela, Así se templó el Acero.

Abraham Lincoln, el 16º presidente de Estados Unidos, procuró evitar la disgregación de la Unión durante la Guerra Civil estadounidense y abolió la esclavitud. Recordado por su honestidad, compasión y fortaleza de espíritu, es uno de los presidentes más respetados de Estados Unidos.

Benito Pérez Galdós (en la foto) Considerado por muchos como el mejor novelista español desde Miguel de Cervantes, Benito Pérez Galdós es célebre por su ciclo de 46 novelas que, en su conjunto, recibieron el título de Episodios nacionales (1873-1879 y 1898-1912). Cronista de la historia de la España del siglo XIX, Pérez Galdós desarrolló un estilo de narrativa histórica basada en una meticulosa investigación destinada a recrear los acontecimientos del pasado. Una segunda serie de obras, las Novelas españolas, giraban en torno a asuntos religiosos y sociales de su época. (Foto del poeta Pablo Neruda)


SAN PEDRO DE MACORIS. Remisiblemente caigo orante ante el esplendor fulguroso de los inmortales heraldos que allende los tiempos conquistaron con la sublime majestuosidad de su sentido canto, trémulo y emocionante, todos los rincones posibles del universo humano; que aguijonearon con certeza las vastedades espaciales de nuestro cosmos apoderándose devotamente del espacio tiempo que nos catapulta socio-biológicamente como realidad histórico-social.

 Con suma propiedad son símbolos enhiestos de la grandeza humana. De la condición humana. Únicos seres del mundo a los cuales en verdad se le debe rendir tributo, reverencia y culto; un respeto inextinguible. Es el mérito de ser poeta. De ser humanista. Una categoría especial (muy especial y única)  reservada a una selectiva y privilegiada capa de la especie humana. 

Sólo ante estos seres pluralizados y maravillosos, poseedores de la excepcional facultad de cantarle a la vida. De desafiar a la muerte. De atemorizar a los tiranos y dictadores. De vencer los egos torcidos de la bestialidad humana; sólo ante ellos, primorosos arquitectos de versos encantados, rindo yo mi palabra y las posibilidades de mis potenciales energía; de mi humana fuerza en tránsito de esta vida mía. Y es que los grandes adalides y paladines de la humanidad solo se han apoyado en la pureza de su mensaje, en la castidad de su palabra; virtudes que lo destacan con la reciedumbre y calidad moral que posibilita que la humanidad consciente les guarde devoto y fervoroso respeto. Admirarlo. Amarlo. Ser discípulo o seguidor de la enseñanza y del ejemplo extraordinario de estos estelares pensadores de la humanidad constituye una categoría significativa de vida. (Foto del escritor Grabiel García Marquez)

Los cristianos han tenidos en Jesús el Cristo su redentor inmaculado;  los comunistas a Marx y Engels, quienes impactaron y estremecieron todo el globo terráqueo sin más arma que el poder omnímodo de su proclama poética de liberación social, expresada sin desperdicio en su famoso e histórico Manifiesto Comunista de 1847. Desde milenios antes del cristianismo hasta nuestros días ha sido con cánticos poéticos y humanísticos, con mensajes de amor y sabiduría, con la prédica de buenas venturanzas que los hombres y mujeres del mundo han enfrentados la barbarie; los genocidios, la explotación y la opresión.

 Sólo ellos: los aedas, tienen ese peculiar lenguaje que comunica al hombre con la naturaleza, votiva energía de donde emana fecunda creación de vida. Sólo ellos y nada más que ellos tienen esa especialidad excepcional; ese poder luminoso, mágico, trascendental y solemne de entender, valorar y comprender la fuerza y la razón de la Naturaleza en todo su esplendor. Traspasaron las alturas inmensas del espacio primero que el telescopio. Alcanzaron La Luna mucho antes que los astronautas de la Misión Apolo X1.

Ellos pueden considerarse libre de mezquindad y de egoísmo, son nuestros queridos dioses terrenales. Tienen esa fuerza moral, telúrica, magnética y espiritual que le ha permitido en todos los tiempos y sin ningún vehículo espacial tocar las estrellas. Traspasaron las alturas inmensas del espacio primero que el telescopio. Alcanzaron La Luna mucho antes que los astronautas de la Misión Apolo X1.


Sus palabras tienen una fuerza seductora, extraordinaria, optimistas, convincentes de tal magnitud que los mortales que se lanzaron al espacio tras su ávida conquista tuvieron que inflarse de sus palabras para asumir con valor y entereza su misión científica. Se llenaron de fuerza con los versos del Nuevo Testamento para enfrentar con decisión la empresa tan llena de misterio e incógnitas como es la conquista espacial. 


 Me lamento no ser poeta; el no haber podido desarrollar mis posibles potencialidades intelectuales y culturales sumergiéndome por oníricas rutas inspiradoras y creativas, protagonizando la imaginación de los sueños en un lírico espacio de producción connotada. No obstante la limitación profana que acusa el entorno glauco de mis pasos tengo a bien desafiar los vestigios de torpeza que se asoman a la vereda por donde corre sublevada el trepidar de mis palabras e  ideas al encuentro entusiasta con estos seres prodigiosos que desde la pubertad de mi existencia han venido orientando e inspirado mi vida. No soy poeta, es verdad, pero, me enorgullezco aspirar a serlo. Me conforma y revitaliza el admirarlo, el sentir sobre mí el placer  inmenso de sus proclamas, la reciedumbre de su majestad onírica; su integridad y firmeza moral. Son seres inagotables, maravillosos, prismatizados. Motivos de vida y esperanza; dueños de palabras sencillas, perfumadas, aterciopeladas, vigorosas, hirsutas y hasta cáusticas. 

En ellos la muerte jamás existe. Son auténticos y verdaderos protagonistas de la historia; prohombres dotados de una integridad y dignidad ejemplar.

 ¡Que grandiosos son estos poetas extraordinarios; humanistas, científicos, pensadores públicos y líderes políticos de trascendencia universal; virtuosos profetas de cambios revolucionarios asentado en cada alba de esperanza, imágenes fosforescentes situadas en el portal de la patria universal! 

Deifiquemos con gloriosa gratitud inmarcesible sus nombres cultivando con devoción reverente sus legados de emancipación, dignidad humana,  justicia social, redención, paz y amor. 


Que vivan permanentemente en la conciencia de la humanidad Jesús el Cristo, Mahoma, Euripedes,  Pitágoras, Lucrecio, Tácito, Galileo Galilei, Arquímedes de Siracusa, Demócrito, Platón, Aristóteles, Sócrates, Publio Virgilio Marón, (mejor conocido por Virgilio), el historiador y geógrafo griego Heródoto de Halicarnaso, Homero, el sensacional dramaturgo griego Esquilo, el historiador, filósofo y militar griego Jenofonte, el aedo griego Homero; el también griego y poeta trágico Sófocles; el historiador y militar ateniense Tucídides, Dante Alighierl, Petronio, Filippo Brunelleschi, Nicolás Copérnico, Tolomeo, Confucio, William Shakespeare, Friedrich Wilhelm Nietzsche,  Blaise Pascal,  Benedict de Spinoza, el español universal de la lengua castellana Miguel de Cervantes Saavedra, Góngora (Luís de Córdoba y Aragot, Immanuel Kant, René Descarte, Isaac Newton, Franz Kafka, Víctor Hugo, Albert Camus, Daniel Defoe, Jean-Paul-Sartre, Simone de Beauvoir, Bertolt Brecht,  José de Espronceda, Erasmo de Rotterdam, Oscar Wilde, Edgar Allan Poe, Howard Phillips Lovecraft, Henri Beyle, más conocido por  Stendhal, Lewis Wallace, Charles Darwin, Valle- Inclán, Rafael Alberti, Miguel de Unamuno, Federico García Lorca, Miguel Hernández, Salvador Dalí, Pablo Picasso, Dolores Ibárruri Gómez (La Pasionaria), el argentino José Hernández, Cuy de Maupassant, Tomas Moro, Octave Mirbeau, Emily Bronte, Nicolás Maquiavelo, Gustave Flaubert, Alejandro Dummas, Abate Presvóst, Antón Chéjov, Máximo Gorki, Antonin Artaud, Voltaire, Jaime Balmes, Barbey D Aurévillo, Juan Ruiz de Alarcón, Charlotte Bronte, Giovanni Bocacio; Gustavo Bécquer, Fernando de Riojas, Juan Boscán, el Inca Garcilaso de la Vega, (Vladimir Nabokov), Lorenzo Ghiberti, Baltazar de Alcázar, Fray Luís de León, Francisco de Quevedo, Fedor Dostoirwski, León Tolstoy, Nikolái Gógol, Francesco Petrarca, Sandro Boticcelli, Boris Pahor, Mijail Sholojov, Andrés Bretón, el connotado escritor italiano Cesare Pavese, Andrés Malraux, François Villon, Emile Zola, Nicolás Gógol, el poeta, dramaturgo y científico alemán Johann Wolfgang von Goethe, León Felipe, Linus Pauling, Kjartan Fløgstad, Eduardo Lourenço, Jorge Manrique, Jaime Sabinas, Claude Lévi-Strauss, Eric Hobsbawm; el parisino y consagrado pacifista Frédéric Passy, Jorge Semprún, Zygmunt Bauman, Malon de Chaide, Gaston Bachelard, Sor Juana Inés de la Cruz, Teresa de Cepeda y Ahumada (Santa Teresa de Jesús), Madre Teresa de Calcuta, Luís Vaz de Camoes, el anónimo del Mío Cid, Arcipreste de Hita, Marcel Proust, Juan Rulfo, Alejo carpentier, José Enrique Rodó, Miguel Hernández, Juan Ramón Jiménez, Paulho Cohelo, Miguel otero Silva, Samuel Fijoe, Jacques Derrida, Gabriela Sidorie (Colette), Marie Salomea Sklodowska Curi (Marie Curie), el suizo, filántropo y activista de la causa humanitaria y primer Premio Nobel de la Paz Jean Henri, San Agustín, Jacinto Benavente, Charles Baudelaire, Honore de Balzác, Benjamín Franklin, Albert Einstein, Charles Darwin, Walt Whitman, Eduardo Zamocoi, Andrés Bello, Samuel Taylor Coleridge,  Eugenio María de Hostos, Alejo Carpentier, Gabriele D'Annunzio,  Amado Nervo, Julio Cortázar, Octavio Paz, Camilo Cela, Nicolás Guillén,  Paul Verlaine, José Lezama Lima, Gabriela Mistral, Vicente Huidobro, Gabriel García Márquez, Edmund Spencer, Ernesto Sábato,  Miguel Ángel Asturias, Carlos Pellicer, Isabel Allende, Jacobo Rousseau, Ernest Miller Hemingway, Henry Miller, Sigmund Freud, Abraham Lincoln, Thomas Jefferson, George Washington, Theodor Roosevelt, Franklin D. Roosevelt, Ralph Waldo Emerson, Ben Jonson,  José Luís San Pedro, Schopenhauer,  Henry Louis Mencken, conocido como el "Sabio de Baltimore", Louis Pasteur, Calderón de la Barca, Lope de Vega, José Ortega y Gasset, Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, Stephen Edwin King, Rubén Darío, Pablo Neruda, César Vallejo, Domingo Faustino Sarmiento, José Augusto Trinidad Martínez Ruiz, más conocido por su seudónimo Azorín, Francisco de Goya y Lucientes, Jorge Luís Borges, Alfonso Reyes Ochoa, Carlos Fuentes, Mario Benedetti, Rómulo Gallego, Herman Hesse, Laura Esquivel, Julia de Burgos, William James, Charles Chaplin, Mario Moreno (Cantinflas), Berkeley,  Gabriel Marcel, Gustav Theodor, Jonas Edward Salk, su Santidad Juan Pablo II, Krishnamurti, Carlos Marx, Federico Engels, John Stuart Mill, Adam Smith, David Ricardo, Vladímir Ilich Uliánov (Lenin), Jorge Plejanov, Jorge Dimitrov, León Trótski, Rosa Luxemburgo, Clara Zetkin, Mahatma Gandhi, Mao Tse-tung o Mao Zedong, Ho Chi Ming, Zhou Enlai, Deng Xiaoping, Winston Churchill, Charles de Gaulle, José Martí, Simón Bolívar, Augusto César Sandino,  Patricio Lumumba, Fidel Castro Ruz, Ernesto Che Guevara, Salvador Allende, José Eduardo dos Santos, el sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal, Carlos Alberto Fonseca Amador, Benjamin Jonson, Tomás Borge Martínez, Miguel Humberto Enríquez Espinosa, Emiliano Zapata Salazar, Hugo Chávez Frías, el salvadoreño Schafik Jorge Handal, José María Heredia y Heredia, (Cantor del Niágara), Albert Schwietzer, Sigmun Freud, Auguste Comte, Saint Simon, Robert Williams Buchanan, Soren Kierkagard, Carl Sagan, Raffaello Sanzio, Martin Luther King, Jimmy Carter, Willy Brandt, Adolfo Pérez Esquivel, Nelson Mandela, Kofi Annan, el ex presidente finlandés Martti Ahtisaari, Oliver Cromwell, Mairead Maguire, la abogada iraní Shirin Ebadi, Henri Bergson, Carlos Fuentes, Rigoberta Menchú Tum,  el bioquímico y  activista estadounidense Linus Carl Pauling, la pacifista y baronesa austríaca Bertha Felicitas Sophie, Pedro Albizu Campos, Olof Palme, Amílcar Cabral, Agatha Christie, Emily Elizabeth Dickinson, José Saramago, Eduardo Galeano, Stephen Hawking  y nuestros Pedro Mir, Manuel del Cabral, Juan Bosch y Gavillo, y José Francisco Peña Gómez, entre otros tantos insignes y carismáticos poetas, humanistas, revolucionarios, políticos, pensadores sociales, científicos, talentosos  hombres y mujeres relevantes de consagrados ideales altruistas y libertarios que orgullosamente han tenidos a bien descollar una rutilante personalidad de acentuado acervo cultural y alta sensibilidad humana y social. Algunas de estos notables personajes han sido distinguidos con el Premio Nobel lo que indica claramente la reciedumbre publica de su figura.


Injusto y mezquino sería no añadir a este privilegiado listado arriba referenciado a nuestra prolíficas constelaciones dominicana conformada por pléyades peculiares como Luis Gerónimo de Alcocer, Antonio Sánchez Valverde y Ocaña, José Gabriel García, Pedro Agustín Morell de Santa Cruz,  Ulises Francisco Espaillat, César Nicolás Penson, Félix María Ruiz,  Jacobo Villaurrutia, Nicolás Ureña de Mendoza, Pedro Henrique Ureña, Salomé Ureña Díaz, Salomé Ureña de Henríquez, Leonor de Ovando, Francisco Xavier Billini, Bartolomé Olegario Pérez, Francisco Henríquez y Carvajal, Jacinto de la Concha, Juan Isidro Pérez, Tulio Manuel Cestero, Manuel Arturo Peña Batlle, Américo Lugo Herreras, Valentín Giró, Pedro Francisco Bonó, los hermanos Javier y Alejandro Angulo Guridi, Félix María del Monte, Manuel María Valencia, Eugenio Deschamps Peña, Osvaldo Bazil Leiva, Víctor Villegas, Lupo Hernández Rueda, Ricardo Pérez Alfonseca, los hermanos Gastón y Rafael Deliges, Domingo Moreno Jiménez, Ercilia Pepín Estrella,  Anacaona Moscoso Puello de Sánchez, Manuel de Jesús Troncoso de la Concha, Franklin Mieses Burgos, Mariano Lebrón Saviñón, Freddy Gastón Arce, Héctor Incháustegui Cabral, Fabio Fiallo, Aída Cartagena Portalatín, Evangelina Rodríguez Perozo, José Joaquín Pérez, Carmen Natalia, Antonio Fernández Spencer, Federico Bermúdez, Manuel Rueda, Freddy Gastón Arce, Máximo Avilés Blonda, Salvador Cucurullo, Franklin Mieses Juan Isidro Jiménez Grullón, Burgos, Rafael Américo Henríquez, Juan Manuel Sepúlveda, Sally Rodríguez, Luis Alfredo Torres, Juan Sánchez Lamouth, René del Risco y Bermúdez, Marcio Veloz Maggiolo,  Pedro Ovalles, Octavio Guzmán Carretero, Dionisio de Jesús, José Mármol, Mateo Morrison, Chiqui Vicioso, Martha Rivera, Haffe Serulle. León David, José Acosta, Marianela Medrano, Tony Raful, Andrés L. Mateo, Bruno Rosario Candelier, Manuel Matos Moquete, Ylonka Nacidit-Perdomo, José Alejandro Peña, Norberto James Rawlings, Tomás Castro, Enriquillo Sánchez, Miriam Ventura, Adrián Javier, Carmen Sánchez, Alexis Gómez Rosa, Soledad Álvarez, Carmen Imbert Brugal, Jóvine Bermúdez,  Rafael Nino Féliz, José Enrique García, José Mármol, César Augusto Zapata, Sabrina Román, Radhamés Reyes Vásquez, Emilio Gil Fernández, Manuel Mónica (Meso Mónica), Tomás Hernández Franco, Plinio Chahín, Mayra Alemán, Juan Antonio Alix, Lipe Collado, y nuestras petromacorisanas doña América Bermúdez viuda del Risco y doña Ludín Lugo y Odalís Pérez, entre otros tantos distinguidos (as) protagonistas del arte literario que desde su acerva acumulación de saberes engalanan nuestro sensacional parnaso nacional. Su silabario literario es ampliamente riquísimo en creatividad metafórica y sustancia artística explayada con elegancia y desbordado entusiasmo más allá de la sangre, el dolor, el llanto y el miedo, dándole siempre  luz fresca a la vida.

Obliga nuestro recorrido de reflexión bibliográficas que  sumemos a este sitial de honor literario y cultural a nuestros artistas plásticos, don  Enrique García Godoy, el petromacorisano Paul Giudicelli,  Asdrúbal Domínguez, Silvano Lora, Guillo Pérez, Ramón Oviedo, Cándido Bidó, Darío Suro, Ada Balcácer, Miguelina Rivera, Amaya Salazar, Celeste Woss y Gil, Genaro Reyes Cayuco, Elvis Aviles, Alberto Lestrad, Juan Plutarco Andújar, Amado Melo y los petromacorisano Nadal Walco y Mariachi Alburquerque.


 Vale destacar la presencia de  nuestros consagrados folcloristas nacionales doña Casandra Damirón, Josefina Miniño, Luis Días, Dagoberto Tejeda, Fradique Lizardo, Xiomarita Pérez. e Hilma Contreras.

 
A nuestros políticos y patriotas de encumbradas proyecciones sociales e intelectuales dedicado con ahínco y entrega sincera a mantener bien en alto en la conciencia ciudadana los ideales de los forjadores de nuestras raíces patria legados por Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez, Ramón Matías Mella y Gregorio Luperón, llevada cabo  con alto sentido de responsabilidad cívica por Gregorio Urbano Gilbert, Enrique Jiménez Moya, Manolo Tavárez Justo, Minerva Mirabal, Juan Isidro Jiménez Grullón, y el afable Jacobo Majluta Azar.


A nuestros sacrificados militares constitucionalistas de la Revolución de abril de 1965, coroneles Francisco Alberto Caamaño Deñó, Rafael Tomás Fernández Domínguez, Juan Lora Fernández, Hernando Ramírez  y Ramón Manuel Montes Araches, asi como, el capitán Peña Tavera y el sargento Polonio Pierret.

Merecen mención histórica referencial los periodistas Antonio María Pineda, José Núñez de Cáceres, don Rafael Herreras, Guido Gil Díaz, Orlando Martínez, Plinio Díaz, Gregorio García Castro y don Francisco Comarazamy Rangasami, entre otros tantos poetas, poetisas, humanistas, científicos,  pensadores, educadores, ensayistas, políticos, patriotas anegados, periodistas, gremialistas, sindicalistas, folcloristas, declamadores, versificadores, decimeros, filántropos, profesionales de bien, honrados y honestos servidores públicos, hombres y mujeres  sobresalientes por su alta dignidad humana y probadas vocación de servicios en favor de causas justas.


Ser poeta significa conformar un exclusivo conglomerado de seres encantados; bioluminiscencias refulgentes, nimbadas constelaciones mágicas, privilegiados arquitectos de palabras dulces, perfumadas, tiernas, fantásticas y amorosas, concebidas desde el fondo del alma humana para verbalizar los sentidos de  nuestra interioridad. Es poseer la asombrosa y peculiar capacidad  de esparcir  discursos plurisignificativo de sentida penetración desgarrante, sensibilizador, abriéndoles las puertas a toda ilusión de amor pleno; fecundas alegorías de sueños esplendorosos. Presencia poética sobre el universo encarnando nobles y profundas aspiraciones de dichas y bienestar  humano.

Los poetas son seres infinitos. Moldeado con un espíritu de sensibilidad y poseído de una  gracia heroica sin igual ungen con su aliento profético todo mundo de maldad y oprobio que se le antepone  blandiendo al aire con desafiante orgullo sus palabras universal, y desde su cumbre poética nos hablan con un alto sentido humano; sus palabras tan precisas y bien situadas cargada de una dignidad solemne, a veces un tanto hirsutas ante la rabia estilada por la afrenta, conmueven las fibras más aceradas de la humanidad.  Están hechos de una pasta muy especial, dimensional. Son estrellas galácticas cuyos fulgores imponente vence toda oscuridad. Duendes de amor subvertidos contra la ignominia, la injusticia, el  odio, el desdén, la indiferencia y la estupidez. Excelsos y auténticos. Asumiendo siempre posturas de principios cristalinos. El peso moral de sus ideas rescata la autoestima universal lacerada en estos nuevos tiempos de desorden, guerras insensatas y caos de exterminios interesados. Estos hombres y mujeres del saber, cultores del conocimiento,  cuyas características esenciales ha sido ser poeta, filosofo, filólogo, científicos, botánico,  biólogos, escritor, historiador, artista plástico, pintor, escultor, pensador político,  vanguardista de la moral y de la ética, tienen la misión permanente de indicarnos los buenos caminos que anhelamos en nuestras  jornadas de vida.

El poeta viaja desde su interior montado en su audacia literaria,  con pasos de fe y optimismo, significando en su prolíficas pulsaciones  la grandeza de la vida, propagando en la envoltura de sus epodos llamativos  su férvido amor insospechado por la humanidad mas allá de las limitadas fronteras  de su mirada empecinada.

La magnitud de su aura resplandeciente compele todos los rufianes, canallas, cretinos y malvados del mundo obligándolo  a vacilan y retroceder,  temeroso frente al peso emocional y espiritual de estos exeas de la humanidad. Pinochet en Chile, en medio de su concierto represivo y orgía de sangre y terror; dentro del  furor de su felonía cobarde, tuvo que inclinarse anonadado ante la portentosa figura de un Pablo Neruda.


" ¿Quien es el ignorante que mantiene que la poesia no es indispensable a los pueblos? Hay gentes de tan corta vista mental, que creen que toda la fruta se acaba en la cáscara. La poesía, que congrega o disgrega, que fortifica o angustia, que apuntala o derriba las almas, que da o quita a los hombre la fe y el aliento, es mas necesaria a los pueblos que la industria misma, pues ésta le proporciona el modo de subsistir, mientras que aquélla les da el deseo y la fuerza de la vida. ¿A dónde irá un  pueblo de hombres que hayan perdido el hábito de pensar con fe en la significación y alcance de sus actos? ". (José Martí)

Los más grandes idealistas, puros y auténticos, se han inspirados en manifiestos poéticos. No hay ideal sin poesía. Los palestinos en el Medio Oriente y en el mundo se lanzan al holocausto y al más aterrador de los sacrificios arropados en los versos del Corán. Mueren en nombre de Mahoma.

Abraham Lincoln, el 16º presidente de Estados Unidos, procuró evitar la disgregación de la Unión durante la Guerra Civil estadounidense y abolió la esclavitud. Recordado por su honestidad, compasión y fortaleza de espíritu, es uno de los presidentes más respetados de Estados Unidos.

Abrahán Lincoln, ese extraordinario y mejor líder que ha dado los Estados Unidos de América, le dio sentido humano al pensamiento político y social de su pueblo con su famoso discurso poético en Gettysburg, donde dejó plasmado que los abuelos que trajeron a luz en este continente una nueva nación, concebida en el más amplio espíritu de libertad y basada en la idea de que todos los hombres nacen iguales. Asimismo, la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano nacido de la histórica asamblea nacional francesa, resultado de  la revolución de 1789, nos legó otro sentido y sincero manifiesto poético que sintetiza los caros anhelos de la humanidad. 

También, el Fausto de  Johann Wolfgang von Goethe , es otra aproximación de los deseos perfeccionista de los hombres y mujeres del mundo que procuran un estado espiritual consecuente con sus aspiraciones humanas, siendo uno de los poemas más trascendentales de Occidente.

Thomas Jefferson insigne precursor de la declaración de independencia norteamericana, estableció claramente “que todos los hombres han sido dotados por su creador con derecho (inherente) e inalienable; que entre esos derechos se halla la vida, la libertad y la busca de la felicidad”.


 Jacobo Rousseau se preguntaba angustiado ¿cómo conocer la fuente de la desigualdad entre los hombres, si antes no se le conoce a ellos? Se preguntaba preocupado, ¿cómo llegará el hombre a contemplar tal cual lo ha formado la naturaleza a través de todos los tiempos que la sucesión del tiempo y de las cosas ha debido producir en su complexión y lo que las circunstancias y su progreso han añadido o cambiado a su estado primitivo? Estas interrogantes intrínsecas en el mismo origen del hombre solo han podido ser contestadas aproximadamente por la verdad posible establecidas por los poetas y los grandes humanistas que apoyados en definidos conceptos morales y filosóficos se han dedicado con vehemencia e inclinación mística, apasionada, a procurar las respuestas elementales a las inquietas interrogantes del ente social, físico-químico, biológico y filosófico, que siempre a preocupado al género humano constituyendo su sentido de existencia en la vida. 

Y es que como bien dicen algunos de estos extraordinarios pensadores, somos un proyecto inconcluso de la naturaleza. El genial Charles Darwin se acercó quizás como nadie al borde de este misterio.

En cada uno de estos prodigiosos  personajes encontramos valores morales y filosóficos; ideas y  aportes emblemáticos que nos indican el camino del bien y la nobleza.


En Confucio (479 a. C.) encontramos atinadas predicas  contra la corrupción, propiciando desde una filosofía trascendental  por modelos morales en procura de revertir la degeneración y el caos. «La esencia de sus enseñanzas se condensa en la buena conducta en la vida, el buen gobierno del Estado (caridad, justicia, y respeto a la jerarquía), el cuidado de la tradición, el estudio y la meditación. Las máximas virtudes confucianas son  la tolerancia, la bondad, la benevolencia, el amor al prójimo y el respeto a los mayores y antepasados. Si el príncipe es virtuoso, los súbditos imitarán su ejemplo».

Krishnamurti importantiza la meditación y la reflexión, nos indica  que es preciso estar atento al desorden que hay dentro de uno mismo, atento a las contradicciones, a las luchas dualísticas, a los deseos opuestos; atento a las actividades ideológicas y a su irrealidad. Dice que debemos observar "lo que es" sin condenar, sin juzgar, sin evaluar en absoluto. Es la enseñanza por una conciencia incontaminada. «Un estado de atención lúcida, despierta, todo es puesto al descubierto».


William Shakespeare (1564-1616) considerado el más grande dramaturgo y poeta de todos los tiempos, quien  en su insuperables  tragedias  Romeo y Julieta, Hamlet y Macbeth, nos dramatiza  los alti bajo de la pasión humana, así como la fuerza emocional  que  tiende a alterar los sentidos de nuestros interiores, empujando al hombre por rutas de odio y desprecio. Su tan popular Romeo y Julieta es una conmovedora tragedia en prosa  sobre el amor prohibido; destacando el  valor y la fuerza de la pasión amorosa hasta la muerte suicida. En su Hamlet nos denuncia la lujuria, la venganza, el incesto y la corrupción moral, episodios frecuente en conductas lascivas y  depravadas.

 El Macbeth de Shakespeare, es  «un largo poema de crueldad, horror y desesperación». En esta tragedia, el  genial dramaturgo inglés del siglo XVI,  nos presenta al hombre acosado y vencido  por la tentación  del poder protagonizando sus crímenes envuelto en una vorágine de egoísmo, ambición, extravíos,  ansiedad  y locura; expresión dramática de  la lucha incesante que libra el hombre  contra los espíritus demoniacos que tienden a  empujarlo por caminos tortuosos, malditos e inapropiados. Macbeth «es una tragedia poética que describe un reinado de terror donde se asesina al sueño»; es una tragedia acerca de la traición y la ambición desmedida, que encuentra espacio en los hombres carentes de convicciones de una filosofía de vida noble y digna.


 Muy por encima de todo lo que se ha conseguido, y de todo lo que falta, están ellos, levitando sus mensajes orientadores, inflándonos valor de optimismo,  reinando sobre la humanidad. Su infinita presencia universal nos indica el sendero de la paz y del amor. 

Con su acrisolada práctica emancipadora tremolan la verdad posible sobre la verdad maniquea y absoluta. Se han enfrentado a la mediocridad absurda estampada por personajes anti-históricos que apoyados en logros y peldaños artificiales, en personales posesiones materiales ridículas y estúpidas han sabido imponerse transitoriamente, invadiendo de podredumbre todo el escenario humano. 

Es verdad que algunas que otras letrinas sociales han conseguido puestos determinantes en la escala de valores de la sociedad, que el despotismo y el escarnio más pusilánime y estercolero se ha hecho sentir con todo su peso brutal y aplastante. Que el dinero (el dólar) ha sabido en ocasiones prolongadas determinar la cultura social, que la corrupción y la inmoralidad se han cebado contagiando a millones de seres humanos. Por el momento les han puesto obstáculos sumamente pesados y espinosos a las posibilidades de la esperanza.

Pero gracias a la existencia eterna de estos heraldos cuasi mitológico hay una brecha abierta en el horizonte por donde entrará el vuelo de la esperanza. Ellos nos indican que existe una meta dorada por donde ingresará con ímpetu indetenible el luminoso carro de la esperanza.


Que sus imágenes bienhechoras y resplandecientes  nos solivianten y comprometan con el optimismo de la vida. Que su presencia siempre presente sea un indicativo contundente de la necesidad de la vida. Del deber y la obligación de luchar sin tregua ni desmayo por un mundo mejor. Esta aspiración sólo podrá conseguirse si cada uno de nosotros trata de emular a hombres tan sin igual como el comandante Cousteau, ese ser grandioso que lucha sin agotarse por la preservación del eco-sistema marino, el medio ambiente, la flora y la fauna del mundo; que contribuye con creces a transformar la selva humana en un hermoso jardín infinito de esperanza.

Si por casualidad de la vida. Si por un accidente de la naturaleza desaparecieran los poetas. Los humanistas. Esos seres cargados de beatitud redentora, ese día y en ese instante “por fin” se ha acabado toda la vida. Ser como ellos deben ser la consigna del momento.

 Ser como ellos en estos tiempos gangrenado por el odio y la insensibilidad más honda. Apoyarse en sus enseñanzas reconfortantes y libertadoras, en su lección desintoxicarte, en su sabiduría, en fin, abrazarse de sus ideas poéticas, de su bandera irrompible para salir airosos de esta oscuridad fomentada por la crueldad que destila el poder. Ese poder maldito con que sueñan los hombres comunes y corrientes, los ignorantes de la historia, los abanderados del amor por las cosas materiales y las necesidades del morbo.

Por ellos, por los poetas, por esos seres bellísimos y puros, carguemos resueltamente contra el muro de la maldad y el odio construido por seres siniestros, por monstruos irracionales, que nunca debieron haber nacidos. Jamás.


Nota: este trabajo literario  se publicó en la edición de Marzo de 1993, del periódico provincial-regional Macorix, en la página 7 y 8. Luego ha sido publicado con algunas correcciones  en varias páginas web de la internet.

 OTROS TEMAS LIRICOS POETICOS  DEL AUTOR:

Poema. Que hay en ti mujer

http://elcolosodemacorix.blogspot.com/2013/07/poema-que-hay-en-ti-mujer.html

Por tu sendero de encanto

http://elcolosodemacorix.blogspot.com/2013/05/por-tu-sendero-de-encanto.html

Poesía. Don José Hazim Azar. Hito de  reciedumbre

http://elcolosodemacorix.blogspot.com/2013/07/don-jose-hazim-azar-hito-de-reciedumbre_5883.html

domingo, 2 de noviembre de 2008

Las Asesinó para robarles sus fragancias.

Logró el perfume del amor que hechizó a la multitud que aborreció sus crímenes

Foto de Patrick Suskind, el autor del libro

Escrito por:  Enrique Cabrera Vásquez

SAN PEDRO DE MACORIS.- Magistral, sensacional; grandiosa y excelente. Con un alcance de imaginación infinito y maravilloso. Es todo un texto culminante de ingeniosidad sumamente creativa e hipnotizante, llena de depurada originalidad profesional, que nos atenaza en el recodo de sus páginas fascinantes cargadas de emociones impactantes.

Es “El Perfume historia de un asesino” de Patrick Suskind, autor alemán de prodigiosa capacidad literaria e intelectual. Una obra de ciencia ficción que nos aprisiona en sus frágiles tentáculos, en su envoltura novelesca, donde el drama electrizante de los hechos es expuesto con una singularidad espeluznante, penetrante y cosquillosa.

Es la historia de “uno de los hombres más geniales y abominable de una época en que no escasearon los hombres abominables y geniales”. Es una cruda historia de la Francia del siglo XV111. “ Se llamaba Jea-Baptiste Grenouille y si su nombre, a diferencia del de otros monstruos geniales como Sade, Saint-Just, Fouché, Napoleón, etc., ha caído en el olvido, no se debe en modo alguno a que a Grenouille fuera a la zaga de estos hombres célebres y tenebrosos en altanería, desprecio por sus semejantes, inmoralidad, en una palabra, impiedad, sino a que su genio y su única ambición se limitaban a un terreno que no deja huellas en la historia: al efímero mundo de los olores” . Así nos describe a grandes rasgos Patrick Suskind al personaje protagónico de su “Perfume historia de un asesino”.

Jean- Baptiste Grenouille mató veinte y seis (26) bellas y hermosas doncellas, radiantes, lindas y atractivas. Descubrió con claridad que su vida no tenía sentido sin la posesión de sus fragancias. “Debía conocerlas con todas sus particularidades, hasta el más íntimo y sutil de sus pormenores”. Cuando mató la primera, “la tendió en el suelo entre los huesos de ciruela, le desgarró el vestido y la fragancia se convirtió en torrente que le inundó con su aroma”.

“Apretó la cara contra su piel y la pasó con las ventanas de la nariz esponjadas, por su vientre, pecho, garganta, rostro, cabellos y otra vez por el vientre hasta el sexo, los muslos y las blancas pantorrillas. La olfateó desde la cabeza hasta la punta de los pies, recogiendo los últimos restos de su fragancia en la barbilla, en el ombligo y en el hueco del codo” .Se sació hasta el agotamiento de su perfume y su vida inició un nuevo ciclo de interés y sentido existencial. “Tenía la impresión de haber nacido por segunda vez, no, no por segunda, sino por primera vez, ya que hasta la fecha había existido como un animal, con sólo una nebulosa conciencia de sí mismo. En cambio, hoy le parecía saber por fin quien era en realidad; nada menos que un genio; y que su vida tenía un sentido, una meta y un alto destino, nada menos que el de revolucionar el mundo de los olores; y que sólo él en todo el mundo poseía todos los medios para ello: a saber, su exquisita nariz, su memoria fenomenal y, lo más importante de todo, la excepcional fragancia de esta muchacha de la Rue de Marais, en cuya fórmula mágica figuraba todo lo que componía una gran fragancia, un perfume, delicadeza, fuerza, duración, variedad y una belleza abrumadora, irresistible. Había encontrado la brújula de su vida futura”.

Poseído de una gran pasión siempre insatisfecha, inició su tenebrosa conducta criminal Jean-Baptiste Grenouill; todo un asesino de indefensas muchachas acabadas de cumplir diez y seis (16) Año de edad. Llegaba a sus víctimas olfateándolas, seguía meticulosamente sus huellas olfateándoles sus fragancias. Las mataba no para poseerla sexualmente, sino para adueñarse violentamente de sus elementos odoríferos.

Las mataba para arrebatarles sus frescuras impolutas, su aroma único, sensual, íntegro y sublime. Las mataba para inhalar todo el calor humano de sus cuerpos intocables de vírgenes y sus cabelleras de ninfas. Las mataba porque aborrecía a los hombres con sus sudores apestosos, nauseabundos e insoportables. Las mataba porque el mundo que le circundaba hedía infernalmente. Creía que matándolas mataba todos los malos olores del mundo.

En su enfermizo propósito no reparaba ante nada ni nadie. Ni siquiera la belleza mágica y exquisita de sus potenciales víctimas lo frenaba, todo lo contrario, constituían un impulso maniático y psicopatológico que lo conducía hasta su preciado objetivo: obtener a como diera lugar y como fuera el aroma singular de sus angelicales cuerpos.

Una de sus 26 víctimas, era una joven beldad incomparable. “Pertenecía a aquel tipo de mujeres plácidas que parecen hechas de miel oscura, tersa, dulces y melosas, que con un gesto apacible, un movimiento de la cabellera, un sólo y lento destello de la mirada dominan el espacio y permanecen tranquilas como en el centro de un ciclón, al parecer ignorante de la propia fuerza de atracción, que arrastra hacia ellas de modo irresistible los anhelos y las almas tanto de hombres como de mujeres. Y era joven, muy joven, aún no había perdido en la madurez incipiente el encanto de su tipo. Sus miembros mórbidos eran todavía tersos y firmes, los pechos como recién moldeados, y el rostro ancho, enmarcado por cabellos negros y fuertes, aún poseía los contornos más delicados y los lugares más secretos’.

Con sus monstruosos crímenes logró el estremecedor perfume del amor. Con sus asesinatos intentó matar todos los malos olores. Concibió todos los olores del mundo. Los olió absolutamente a todos. Su nariz dueña de un olfato prodigioso rastreó miles de olores que jamás olvidó, y fue único en el mundo en esta especie. Y fue el más grande y genial perfumista jamás conocido, logrando hacer el atractivo, conmovedor y seductor perfume del amor. Lo logró con la grasa, las fragancias y el aroma extraído de los cuerpos de las 26 vírgenes que asesinó. Las mató por sus olores. Las mató cuando ya estaba ahíto de los miles de olores que recogió del universo, que tomó de los tiempos pretéritos de su miserable existencia abyecta y pusilánime. Gracias al perfume hipnótico del amor los miles de hombres y mujeres que a desaforados gritos espeluznantes reclamaban con vehemencia su ejecución, su linchamiento; se sintieron inesperadamente y contra su voluntad, arrepentidos de su justo clamor de justicia, y le pidieron a voces perdón, y le rindieron culto, y olvidaron sus aborrecibles crímenes, y efectuaron la mayor bacanal conocida en el mundo después del siglo 11 antes de la era cristiana, y lo adoraron como a un dios y brindaron y celebraron alegremente en su nombre.

Nota: Este ensayo de crítica literaria se publicó en la página 7 del periódico semanario tabloide Macorix, edición del 26 de febrero del año 1993, y luego en la edición digital.

Otros temas de interés publicado por el periodista, político, ensayista, critico literario, analista político, panegirista...

Poemario. Toda vida exterminada... Todo llanto incendiado

(En homenaje a los miles de inocentes asesinados en Siria, Palestina, Iraq, Libia, Afganistán, Sudán...)

http://elcolosodemacoris.com/web/?p=25838


Poema. Que hay en ti mujer

http://elcolosodemacorix.blogspot.com/2013/07/poema-que-hay-en-ti-mujer.html

Por tu sendero de encanto

http://elcolosodemacorix.blogspot.com/2013/05/por-tu-sendero-de-encanto.html

El amor como locura apetecida

http://elcolosodemacorix.blogspot.com/2013/05/el-amor-como-locura-apetecida_9891.html

POESIA. Don José Hazim Azar. Hito de  reciedumbre

http://elcolosodemacorix.blogspot.com/2013/07/don-jose-hazim-azar-hito-de-reciedumbre_5883.html
 Enrique Cabrera Vásquez, protagonista de la elocuencia del asombro

http://elperiodismoconsentido.blogspot.com/2011/04/enrique-cabrera-vasquez-protagonista-de.html

LIBRO DE ENRIQUE CABRERA VÁSQUEZ
Jesús Feris Iglesias, Hoy, 28 enero 2014

https://buenalectura.wordpress.com/2014/01/29/libro-de-enrique-cabrera-vsquez/


Periodista Enrique Cabrera Vásquez pone en circulación en SPM su libro “El Amor como locura apetecida”

Recordamos que hace algunos meses Enrique Cabrera Vásquez puso en circulación su libro, Pedro Mir y René del Risco en la literatura dominicana.

http://elcolosodemacoris.com/web/?p=13770


Periodista Enrique Cabrera Vásquez pronuncia conferencia “El Poder” en centro UASD de SPM

http://elcolosodemacoris.com/web/?p=8233

sábado, 1 de noviembre de 2008

René, sápido poeta de insondable efervescencia protagonizando afectos. Y sin embargo, René, tu muerte no está bien.


Foto  del  poeta René del Risco  y Bermúdez
René, sápido poeta de insondable efervescencia protagonizando afectos...Y sin embargo, René, tu muerte no está bien.

Escrito por: Enrique Cabrera Vásquez (Mellizo).
 
« La noche del 20 de diciembre de 1972, René del Risco Bermúdez acudió a una cita con el destino en la avenida George Washington –el malecón de la ciudad ...»

“Rilke enseñó famosamente a no aventurarse en ciertos temas, sobre los que, por haberse escrito mucho o de modo inmejorable, ya casi es imposible agregar nada. Voy a desoírlo. La literatura, ya se sabe, es siempre una contravención...” (Abelardo Castillo).

(«Rainer Maria Rilke (también Rainer Maria von Rilke) (4 de diciembre de 1875, nació en Praga, Bohemia, República Checa (anteriormente Checoslovaquia) - 29 de diciembre de 1926, en Val-Mont, Suiza) es considerado uno de los poetas más importantes en alemán y de la literatura universal. Sus obras fundamentales son las Elegías de Duino y los Sonetos a Orfeo. En prosa destacan las Cartas a un joven poeta y Los cuadernos de Malte Laurids Brigge. Es autor también de varias obras en francés»).
 
«El poeta es el mismo al fin cual lo convierte / la eternidad, suscita con una espada armado / a su siglo que tiembla por haber ignorado / en esta voz extraña el triunfo de la muerte.» Stephane Mallarmé.

(«Stéphane Mallarmé (París, 18 de marzo de 1842 –, 9 de septiembre de 1898) fue un poeta y crítico francés, uno de los grandes del siglo XIX, que representa la culminación y al mismo tiempo la superación del simbolismo francés. Fue antecedente claro de las vanguardias que marcarían los primeros años del siguiente siglo»).
 
 
René, sápido poeta de insondable efervescencia protagonizando afectos...Y sin embargo, René, tu muerte no está bien.

Escrito por: Enrique Cabrera Vásquez (Mellizo)



SAN PEDRO DE MACORIS.—René del Risco Bermúdez el heraldo hijo de Doña América Bermúdez Escoto, “maestra, historiadora, escritora, furibunda antiimperialista y antibalaguerista”; y de Víctor René del Risco Aponte, murió joven (1937-1972); demasiado joven (35 años), cuando su vida de ensueños remontaba el crepúsculo otoñal señoreando el impulso encantador de su refrescante juventud.
 
(Foto de doña América Bermudez viuda del Risco, madre del poeta René del Risco y Bermúdez).
 
El clarificado poeta petromacorisano, y de todos los dominicanos, caracterizó su trajinar social aferrado al eslabón de la solidaridad protagonizando la afectividad humana como cultura prodigiosa de virtudes excelsas. Efervescencia de su trepidante inspiración poética, de sus fluidas emociones y energía espiritual. De la germinación jubilosa de sus sápidos poemas resplandecientes.

El plateado entorno de sus vivencias cristalina era manojo dulce de su emotivo optimismo quijotesco, empinando el vuelo luminoso de su prosa poética y sus frondosos versos fervorosos; entregado en el fragor de las épicas jornadas emancipadoras como vigorosos himnos de combate; cantiga indómita del pueblo conciente que lucha sin claudicar por un mundo mejor.

La sutileza incorpórea de su olímpica acuidad poética resultó un oasis mágico donde acudió la imberbe muchachada recién salida de su puericia en procura de la motivación patriótica para lanzarse, pecho abierto, con arrojo, contra la herrumbre abominable de sangre que terroríficamente tomó presencia de muerte de las calles de la otrora “ciudad amurallada”, de aquel heroico rincón de la patria que en feroz combates detuvo en 1965 la acometida monstruosa de la gendarmería foránea; visualizando tras la augusta elegancia de sus versos florecidas ideas emancipadoras, óptimo canal de inspiración de sus anhelos democráticos.
 
Dos fotos del asesinado líder del Movimiento Popular Dominicano (MPD) Maximiliano Gómez ( El Moreno).

Su alto espíritu de solidaridad y definida conciencia política fue de tal magnitud que en medio del ambiente tenso de terror y represión que vivía el país ( 1966-78), y a raíz del crimen cometido contra ese extraordinario hijo del pueblo y mejor dirigente revolucionario del momento, Maximiliano Gómez (El Moreno), cobardemente asesinado en Brusela, Bélgica, en mayo de 1971, "por mandato de la CIA y el gobierno de los 12 años del presidente Joaquín Balaguer", según la denuncia del hecho; se infló de valor y coraje, reaccionando con hondo sentimiento luctuoso, enardecido, vesánico, se sobrecogió en trémulo estremecimiento onírico, desafiante,  flameó su inmenso dolor lúgubre con sobrios versos de asombro y tristeza; y con sentida indignación humana ondeó con fervor su protesta y condena por el vil crimen cometido; y bañado del calor trepido de la lóbrega noticia del pérfido hecho, lanzó a la luz de las estrellas de la patria aquella proclama poética inolvidable, «No está bien, sin embargo»

” “Está bien que el pájaro se canse, que entristecido ruede de la rama empolvado el plumaje y se desgaje en un vagido oscuro en la mañana. »

« Está bien si la fruta picoteada se desprende del tallo y viene a tierra Y encolada su dulzura; siempre queda el mundo en grave paz, no ocurre nada.»

« Y también está bien que el viento venga, badajo gris golpeando una campana de lluviosa oquedad y la mañana en húmedos repiques se detenga. »

« Todo está bien: la ingrávida melena que vela el dulce rostro adolescente, el amor en la cama y de repente un pájaro cantando en otra rama. »

« Está muy bien la sangre derramada, la boca del fusil, la mano negra de pólvora y de llanto, y la mirada fija sobre el cadáver en la tierra.»

« Bien que estalle la paz o que la guerra sea ganada por todos libremente, bien por el día que empieza tristemente, bien por la puerta que al pobre se le cierra. »

« Todo está bien, el saco, la corbata, la soda para el whisky, la cortina, Herp Alpert en mis manos y la fina sordina de la lluvia en los tejados.»

 « Bien está lo perdido y lo ganado, la sal y el agua, el fin, de lo vivido, los rostros olvidados y el olvido que nos cubre de polvo de pasado. »

« Bien está que juguemos torpemente a cara o cruz, a llanto o alegría, bien que la luz sea máscara del día, y el día rostro amargo del presente. »

« Que estemos hechos de ayer, de escurridiza y caduca materia condenada, de sangre triste, de sangre aprovechada, de piel enamorada y enfermiza. »

« Está bien la paloma en la cornisa, el beso en la mejilla, la mirada espejo de la risa y la imprecisa frontera entre la noche y la alborada. »

« Bien la mujer que siempre me acompaña, bien la mesa del pobre, el agua fresca, el pan elemental, la simple araña, bien que llueva, que escampe, Y que anochezca.»  

« Hay que aceptar el mundo en su inviolable redondez planetaria o de moneda, justa es la soledad, es aceptable la vida y el cansancio que nos queda.»

« Lo que no puede ser, lo que no entiendo es que tú, como un pájaro cansado de mucha libertad, de haber cantado en el árbol más alto y más abierto, mueras así, de un modo tan sencillo, tan en paz, tan sin plomo, ni cuchillo, que a mí se me haga extraño que has muerto...! Mayo 24, 1971”. »

Así era nuestro René: un dardo insondable y lozano levitando cándidamente la solidaridad como principio de vida. Inspirado en el asombro. Eternizando la conciencia; protagonizando los afectos.
 
Coherente con la fidelidad  a sus convicciones políticas forjadas en las vivencias de su lucha y sufrimientos padecido caracterizados por  momentos de  peligro estremecedores donde el pecho viril de su generación supo ser muralla acorazada; evocando insignes canciones poéticas y  pretéritos versos de justicia social,  amor y paz; oponiéndose a la tiranía trujillista e identificándose comprometidamente con los anhelos de  cambio revolucionario que reclamaba la época de entonces.
 
Desde la majestad de su trinchera nuestro René levantó valientemente su prosa de pueblo oprimido, punzante aguijón lapidario contra el latrocinio que azotaba la República.

El autor de "El viento frío" (Poesía), "Ahora que vuelvo, Ton" (Cuento), "El mundo sigue, Celina" (Cuento), "Del júbilo a la sangre" (Poesía)", "El cumpleaños de Porfirio Chávez", “No está bien, sin embargo”, La máscara,”( cuento), murió a la temprana edad de 35 años, de él la periodista y critica literaria Ángela Peña dijo que “vivió intensamente para las letras y la gran causa de la libertad”.  Con espontánea esplendidez abrazaba ideales altruista y noble simpatizando con los hombres y mujeres que cargaban “estrellas en la frente”.

Estoicamente flotó por encima del fetichismo en ciernes promovido por los mixtificadores del Poder político y social de la dominación de clase opresora y explotadora; guardando distancia del lenocinio fangoso donde pululan los medrosos y débiles de voluntad, arrastrados por tentatrices ofertas inmorales.

Filosóficamente se mantuvo prudentemente alejado de esa sordidez embriagadora que enturbia y aturde los sentidos de muchos intelectuales tenido por “progresistas”, pero cuyas características emanada de sus poses oportunistas y coyunturales le ha restado prestigio y autoridad pública; al grado de conformar una sectaria falange infecunda; alcahuetes del sistema oligárquico de dominación.

La firmeza en sus convicciones impidió que se sumara al circulo de los “confundidos”, de aquellos que parapetados en una riesgosa fragilidad de conducta han sucumbido entregándose al tranfugismo: libidinosas velloneras despreciables; fétidos andantes, pantomímicos engolados, manipuladores y tergiversadores profesionales al servicio inmoral de un sistema corrupto que prioriza injusticias y privilegios.

René es la negación dialéctica de ese espejismo ominoso promovido por una sinuosa claque seudo intelectual acomodada, veleidosa; mojigangas adocenados comprometidos con la  infamia y la corrupción; cuya perfidia pone al descubierto el conocido principio sociológico de que “el ser social determina la conciencia social”.

La trascendencia de René está en el sello exuberante de su poesía y ensayos literarios que lo identifica claramente con una posición social y política de principios, ello lo distingue de los apostatas y oportunistas profesionales que desde su podio de ridiculez se esmeran en promocionar el afán de lucro, la acumulación de riqueza y el individualismo anti humano; agitando sus logros indecentes como “bandera”  y muestra de su “capacidad y talento”, con fatuota zafiedad le rinden culto a la traición ejerciendo su nefasto papel de renegados y traidores de las heroicas  jornadas y batallas por la libertad y los valores democráticos abonada con la sangre y el martirologio de  esa pléyades expresada en La heroica Raza Inmortal, de  los hombres y mujeres de las epopeyas patrióticas de 1959 y 1963 encabrzadas respectivamente  por Enrique Jiménez Moya y Manolo Tavarez Justo. 

Es en la lealtad a estos valores patrióticos donde descansa la importancia histórica y moral del legado poético de nuestro inexhausto René del Risco Bermúdez, que sin preámbulo exhibió una vida coherente con los postulados que abrazó imberbe en plena tiranía trujillista, cuando era una osadía peligrosa, atrevida y temeraria expresar cualquier mínima manifestación de disidencia con el régimen de turno. «…La tiranía lo persiguió con encono hasta lograr capturarlo el veinte de enero de 1960». 

 «En la cárcel La 40 sufrió la tortura de la silla eléctrica y su cuerpo quedó marcado para siempre con las cicatrices de los azotes en la espalda y las oquedades en las piernas por los cigarrillos que sus verdugos apagaban en su carne tierna”. (Ángela Peña).

“Su oposición a la dictadura de Trujillo lo llevó a la cárcel y al exilio a Puerto Rico. Participó en la política nacional a través de los movimientos estudiantiles universitarios surgidos a raíz de la Guerra Patria, de abril de 1965”.

Es en las raíces primordiales de su juventud manifestada en su militancia política en el Movimiento revolucionario 14 de Junio, liderado por Minerva Mirabal y Manolo Tavarez Justo, preponderantes solemnes figuras de los últimos años, donde encontramos la razón motivante de su musa, de su proclama permanente de solidaridad, cantera prodigiosa de sus inmarcesibles poemas de amor y rebeldía. Palingenesia constante de su presencia histórica en el parnaso nacional.

Este poeta del pueblo nació en  nuestro amado San Pedro de Macorís el 9 de junio de 1937. Sus biógrafos lo definen como “Poeta, cuentista y publicista”, destacando su condición de nieto del poeta Federico Bermúdez, “iniciador de la poesía social en República Dominicana”.  Apuntan que se casó por primera vez el ocho de enero de 1961 con Altagracia Musa Grunning, “que le acompañó al destierro, donde nació su primogénita, Minerva. Luego tuvieron a René Miguel, fallecido días después de su venida al mundo. En 1970 casó por segunda vez con Victoria Bobea Amor, madre de René Ernesto”, narra su madre.  
 

«Concluidos sus estudios primarios y secundarios en San Pedro de Macorís, “se trasladó a la capital e ingresó a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) a estudiar la carrera de Derecho, pero su interés por la literatura y la publicidad se sobrepusieron a su deseo de ser abogado”.

“Desde muy joven incursionó en la literatura destacándose como poeta y cuentista, género éste último en el que recibió varias distinciones en los concursos organizados por la agrupación La Máscara”. “Fundó, junto con Miguel Alfonseca, Ramón Francisco y Marcio Veloz Maggiolo, el grupo literario El Puño”.

En el trayecto más lúcido de su vuelo un intruso y fragoroso accidente automovilístico malogró sus brillantes alas y la sombra tenebrosa de la muerte se apoderó de su valiosa vida. Un mundo de ilusiones fabricado con su deseo convencido  de transformaciones políticas y sociales quedó tendido en el pavimento de la Avenida George Washington el 20 de diciembre de 1972. Allí quedó regada dramáticamente la sangre del poeta querido, esparcida por el violento choque automovilísco.

Y hoy a tantos  años pasados  de aquel suceso inolvidable recogemos su tragedia bajo la premisa cierta de que la vida renace desde los escombros de la muerte cuando la misma es esculpida con honor y dignidad. Porque los seres luminosos como tú, mi querido René, se transforman en alba gestora de nuevos amaneceres; en perfumado duende, poético cultor de sueños libertarios.

Y sin embargo, René, tu muerte no está bien.


 A un amigo del alma y camarada de lucha asesinado, le cantaste atribulado, “No está bien, sin embargo…”  

Hoy, apesadumbrado, perplejo, envuelto en el éxtasis de mi prosa, afán sin fatigo que protagoniza el espejo de tu tiempo corrido, sublevando con la fuerza de mis palabras la nostagia de la lucha ida, yo te canto con solemnidad ,
Y sin embargo, René, tu muerte no está bien. 

No está bien que tú, profeta de la utopía, te hayas marchado así, con fugaz estruendo y precipitado adiós.

No está bien que bruscamente eclipse la solidaridad, dejándonos confusos, aturdidos y sorprendidos.

No está bien que la oscuridad se interponga a la luz esplendorosa que tu encarna; oh guía de vida de los nuevos retoños del jardín de la utopía.

No está bien que tú ejemplo generoso haya sido diezmado en la vorágine fortuita de la casualidad, menguando el destello refulgente de la esperanza; haciendo tortuoso el caminar de los hacedores de sueños revolucionarios.

No está bien que la muerte cargue contra una vida útil, valiosa y gallarda.

No está bien que el crepúsculo vomite fuego cuando se espera una noche fresca, placida y maravillosa.

No está bien que los azahares sean egoístas obstruyendo el paso a la cultura viviente distanciándola de la moderna tecnología.

No está bien olvidar ese mediodía eterno que entristeció el invierno donde cayó tu vida.

Esta bien rociar el jardín fecundo de tu recuerdo, imprecando con la fuerza de tu nombre este mundo arbitrario e injusto que se nos impone.

Está bien continuar proponiendo tu olímpica figura centellante como oferta de alegría, bandera limpia de amor y paz.

Nunca estará bien tu ausencia prematura, inaceptada, inolvidable. Dolor de pueblo. Sentimiento de la patria.

La muerte jamás detendrá el encomio de tu triunfo beatizado, cenit de gloria, constelación de héroes ocupando un cimero sitial de respeto, poeta permanente en la nostalgia amada.

Estará siempre bien evocar tu lírica, envuelta en luz y colores, maravillosa fosforescencia, alegría de vida derrotando la tristeza. Perspicuo poeta de emociones ahora hospedado en la conciencia de la patria. 
 
Escrito por Enrique Alberto Cabrera Vásquez (Mellizo)

Nota: El presente ensayo de critica literaria fue publicado originalmente  en el semanario impreso EL COLOSO DE MACORIX, edición No. 194, de fecha 30 de diciembre de 2006, páginas 5, 6 y 7.

Comentarios por la red facebook

De Federico Alberto Jovine Bermúdez.

Este artículo está muy pero muy bien escrito. Es una radiografía humana e intelectual de un poeta que a pesar de haber muerto a tan corta edad, dividió la literatura en un antes y un después. Ojalá todos los que aborden este tema tengan la capacidad de realizar tan  sinceros aportes a la memoria de un hombre que como Réné, resiste todos los análisis, desde cualquier vertiente, (literaria y humana) porque hubo de ser uno de aquellos seres escogidos por los dioses! Federico Alberto Jovine Bermúdez.  Lunes 12 de agosto 2013.

Omar Perdomo ha compartido

Buenos Dias!!!...Hoy hemos amanecido con un regalo hermoso de mi amigo Enrique Cabrera Vasquez al recordarnos a René del Risco Bermúdez, poeta, publicista, hombre mediático y revolucionario. Cabrera lo presenta con un verbo y una prosa hermosísima que me ha impresionado, pues muestra cuanto ha crecido este viejo amigo del barrio Miramar, que luchó tanto en su traginar por reivindicar y concientizar! La verticalidad y patriotismo del poeta René del Risco contrasta con los que hoy mercadean en el putrefacto ambiente del oportunismo rampante. Omar Perdomo. Lunes 12 de agosto 2013.
 

jueves, 30 de octubre de 2008

Federico García Lorca , en el corazón del mundo.

Federico García Lorca, en el corazón del mundo.


Escrito por: Enrique Cabrera Vásquez (Mellizo)


SAN PEDRO DE MACORIS.- Indudablemente que Góngora (Luís de Córdoba y Aragot, 1561-1627) fue un poeta inmenso, brillante, sobresaliente, magnifico y extraordinario, de dimensiones vastas. Artífice de un género único en la creación lírica.  Es incuestionable que Miguel Hernández fue un bardo estupendo, significativo y conmovedor, que flexibilizó los acerados corazones de su época. Es innegable que Juan Ramón Jiménez se granjeó el respeto de las clases sociales ante el peso hipnótico de sus versos, cándidos y sublimes. Es una realidad universal que España, la Madre Patria, nos ha dado a un Rafael Alberti, grandioso, excelente y genial, cuya configuración señorial y majestuosa le hizo digno del merecido pomposo y justo título de Poeta Nacional de España. Es verdad que España ha producido poetas de vuelos altos e infinitos como Valle- Inclán, Azorín, Benavente; que nos ha dado también, a un Ortega y Gasset, un Miguel de Cervantes; un Goya, un Picazo, un Velásquez, un Morillo, Un Greco.  Que nos ha dado figuras místicas de la proporción cósmicas de Santa Teresa, San Juan de la Cruz y Fray Luís de León. Que produjo escritores magistrales como López de vegas, Calderón de la Barca, Benito Pérez Caldos, y otros tantos superbos de la palabra hecha literatura, canto, versos y prosas. Verdad histórica incuestionable.

Pero igualmente constituye una realidad insoslayable, histórica, que tras las huellas y sobre las huellas de estas pléyades de constelaciones cautivantes, de España y del universo, emergió un auténtico poeta que recogió en sus versos precisos, los anhelos libertarios y justicieros de todo un pueblo que se batía en desiguales condiciones contra el avance del franquismo fascista, que al final se impuso en España bajo la égida del general asesino y déspota, Francisco Franco

.(Foto Federico García Lorca junto al Poeta Nacional de España, Rafael Alberti)

Si; en medio del cuadro aterrador y espeluznante de la Guerra Civil española (17 de julio de 1936 al 1 de abril de 1939), surgió la conmovedora y fresca figura del mejor cantante de su pueblo, del talentoso e inigualable FEDERICO GARCIA LORCA, un vigoroso poeta del pueblo. Un producto genuino de su tiempo. Un suprarrealista inconmensurable y sensacional.

Este portentoso poeta de las masas, excepcional, sin parangón, de versos sencillos y profundos, altamente sensible al dolor humano, a la angustia del pueblo; un misionero redentor, comprometido con los ideales más nobles de la humanidad: El establecimiento de un sistema social y político que erradique de la faz de la tierra todo vestigio de opresión y explotación.

Un militante de vanguardia de la utopía y de los sueños altos, que supo con responsabilidad y sobrada valentía aquilatar en la conjugación de su práctica social, altruista y consecuente, el llamado histórico de su tiempo, ingresando al privilegiado sitial de la grandeza humana; de la gloria y la eternidad humana; que no se conformó con las declamaciones teatrales de sus versos vigorosos, combinando la denuncia apasionada y contundente contra la desigualdad social, con su militancia revolucionaria, vehemente, calzándose atrevidamente las botas en la justa y necesaria brega por barrer con las lacras que se acentuaban en España.

 Fue la energía vibrante de la palabra, anatematizando todas las injusticias, estigmatizando con su poesía enérgica el indigno orden social oprobioso y cruel que se cernía sobre su amada patria.

Federico García Lorca nació en Granada, España, en 1898, y “murió fusilado el 19 de agosto de 1936, en un barranco próximo al pueblo de Víznar”, también, en su España amada. Desde muy joven descolló su vocación poética y sus esmeradas condiciones y cualidades de dramaturgo.  (Imagen, grabado, el fusilamiento de García Lorca)

Cursó la carrera de letras en la Universidad de Granada, “ciudad donde también fue discípulo de piano y guitarra, de Manuel de Falla”. Continuó sus estudios universitarios en Madrid, y “allí se instaló en la residencia de estudiante, donde hizo amistad con Salvador Dalí y los poetas Moreno Villa y Prados”. Su primera obra dramática la estrenó en la capital española en 1920, El Maleficio de la Mariposa.

En 1921 publicó su primer libro de poesía: el libro de poemas. A partir de aquí inició su galopar planetario. Su producción lírica y teatral asume un curso ascendente e infinito, inmortalizándolo como un grande entre los grandes.

Con la publicación en 1927 de su libro Canciones, y estrenó del drama Mariana, “ambos recibidos elogiosamente por el público y la crítica”; marcó ascendentemente la proyección de su gigantesca personalidad poética.

El año siguiente, 1928, fue el de su mayor éxito, la publicación del Romancero gitano, romances que alcanzaron en seguida la popularidad. En 1929 hizo un viaje a Estados Unidos, acompañando a Fernando de los Ríos.

Su estancia en Nueva York dio como resultado un nuevo libro de poesía, Poeta en Nueva York, que no apareció en volumen hasta 1940, en México, y que representa el cuestionamiento del poeta granadino hacia la sociedad norteamericana a través de un lenguaje surrealista. En 1930 acaparó la atención de la critica con los estrenos de sus piezas dramáticas, La Zapatera Prodigiosa, El Público y Así que pasen cinco años.

Proclamada la república, y con la ayuda de Fernando de los Ríos, fundó La Barraca, teatro universitario ambulante, con el que recorrió casi toda España representando la mejor dramaturgia clásica española.

En 1933 obtuvo sus primeros grandes éxitos teatrales con Bodas de Sangre y Amor de don Perlimplin con Belisa en su Jardín, obras que denotan ya su fuerte personalidad dramatúrgica. En 1934 se repitió el éxito con la tragedia Yerma, y apareció el Llanto por Ignacio Sánchez Mejía, amplio poema inspirado en la muerte del gran torero e intimo amigo suyo. En 1935 estrenó tres nuevas piezas dramáticas: la versión completa de la Zapatera Prodigiosa, El retablillo de don Cristóbal y Doña Rosita la Soltera. En 1936 escribió otra tragedia, La casa de Bernarda Alba y publicó Primeras canciones poemas escrito en 1922.
El estallido de la Guerra Civil le sorprendió en su casa de Granada. «Detenido por una patrulla nacionalista, el 19 de agosto fue fusilado en un barranco próximo al pueblo de Víznar. «Poeta de riquísima sensibilidad y agudo sentido de lo popular, llevó lo andaluz a la hondura, el misterio y la magia de un ensueño conectado con la aspereza de la vida inmediata”.

(Datos biográficos tomados de la Gran Enciclopedia Focus de Argos Vergara, Pág., 2072).

En efecto, Federico García Lorca fue un aeda excelso que escalpeó con la hondura mágica de sus fantásticos versos el corazón del mundo. Se elevó sobre la cúspide con gallardía y estoicismo; con voluntad resuelta, atrevida y temeraria, se enfrentó a los orangutanes sociales de su tiempo. Se convirtió en un símbolo enhiesto de la humanidad consciente y agradecida que lo ha hecho suyo para siempre.

El superbo poeta Pablo Neruda, chileno y universal, dice de él que era defensor sonoro del corazón de España. Indica que era popular como la guitarra, alegre, melancólico, profundo y claro como un niño, como el pueblo… “Estará muerto él, ofrecido como una azucena, como una guitarra salvaje, bajo la tierra que sus asesinos echaron con los pies encima de sus heridas, pero su raza se defiende con sus cantos de pie y cantando, mientras le salen del alma torbellinos de sangre, y así estarán para siempre en la memoria de los hombres”.

( Foto, Federico García Lorca y el artista plastico Salvador Dalí (Salvador Felipe Jacinto Dalí).

José ‘Pepín’ Bello, personaje referencial de la Generación del 27, dijo en una entrevista de prensa, que ningún artista tuvo nunca su «genialidad, su arrebato y subyugación».

Federico García Lorca era un ser inacabable, inagotable. Frágil como los niños pero recio como los pueblos. Deseado como las rosas y respetado como las espinas. Enérgico como los vientos ciclónicos, y fresco como brisa primaveral. Impetuoso como el volcán y frío como el glacial.

Era amoroso como el delfín e insistente como la gaviota. Preciso como la lluvia y observador como la Luna. Era débil como los humanos, pero fuerte como los hombres. Era un ser sin ningún desperdicio. Puro y casto.

Cada uno de sus versos reflejaba una situación concreta. Un deseo insatisfecho. Un clamor de justicia y paz. Un amor apetecible, una protesta salida del fondo de sus interiores. Fue un cantante bien afinado, bien logrado; bien pensado. Sin emocionalismos estridentes; sin estribillos grandilocuentes, con la sincronización y la paciencia del maestro, dramatizó, cantó; expuso y dijo justamente lo que había que decir.

Albricias Federico García Lorca del mundo / Continúa tu galopar de arcángel / Sigue hacia los adentros del mundo / Solivianta tu imagen gloriosa, / Inmortal de la humanidad / Sigue avanzando saeta prodigioso / Salta valladares de marfuz / Y libera a tu gente de las garras del odio y la opresión / Ven mejor poeta de nosotros / Ven luz maravillosa / Joya poética de siempre / Tremola tu nombre de oro, / Arropa con tu brillo, que no es de este tiempo, / esta oscuridad que cierra el paso a la luz de tu pensamiento / Ven poeta de los justos, / De todo nosotros / Apresura tus galopar de utopía, / Ven cargado con tus versos perfumados, / Y libéranos a todos, con el rayo de tu presencia.

Nota: Este ensayo de crítica literaria fue primeramente publicado en el periódico regional-provincial Macorix, edición abril de 1993, en la página (7) siete. En esta versión le hemos corregidos algunas fe de erratas. Este ensayo también ha sido publicado desde el año 2001 en algunas páginas web de Internet, tales como, POEMAS Y RELATOS, Café Literario, Viejo blues, y otras web literarias de amplio prestigio.

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