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sábado, 14 de junio de 2008

Gregorio Urbano Gilbert mató en el muelle de Macorís al capitán CH Button

SAN PEDRO DE MACORIS.- Gregorio Urbano Gilbert el héroe que mató en el muelle de San Pedro de Macorís al capitán CH Button, jefe de las tropas invasoras de 1916, nació en Puerto Plata, el 25 de mayo de 1898. Fueron sus padres Benjamín Gilbert de las Islas Bahamas y Narcisa Suero de nacionalidad dominicana.

Desde muy joven, Gregorio Urbano Gilbert vino a residir a San Pedro de Macorís, donde trabajó inicialmente como tipógrafo en una imprenta, y luego como dependiente de una pequeña tienda de provisiones.

Su indignación contra las intervenciones militares de los Estados Unidos comenzó a aflorar cuando tropas de ese país invadieron a Haití en 1915.

Cuando se produjo la intervención de los Estados Unidos de Norteamérica en nuestro país en 1916, Gregorio Urbano Gilbert fue uno de los primeros residentes de San Pedro de Macorís que ofrecieron sus servicios a la Junta Nacionalista, que fue creada en esta ciudad para protestar en contra de la ocupación extranjera.

Los marines habían desembarcado una vanguardia de dos soldados armados de ametralladoras que apuntaban a la ciudad.
Les seguían un oficial acompañado por otros soldados mientras que de uno de los barcos desembarcaban decenas de marines por una escalerilla. Gilbert se había escondido tras unos bultos de la aduana después de informarse con un vecino sobre cómo identificar al jefe de la expedición ya que no lo podía reconocer, pues todos los oficiales vestían uniformes parecidos.

Pero de súbito Gilbert sacó la mano derecha del bolsillo del saco donde llevaba el revólver y le pegó dos tiros al capitán del barco causándole la muerte en el acto. Los tiros de Gilbert hicieron replegar a los marines que empezaron a disparar a lo loco contra los bultos de la aduana creyendo que allí estaba escondida una tropa de resistentes a la invasión. Gilbert esperó impasible la muerte o el arresto.

Pero no lo mataron y logró escapar. Fue capturado meses después por las tropas yanquis denunciado por un traidor.

En medio de una tensión generalizada a lo largo del país, el tribunal militar de las fuerzas de ocupación norteamericana, condenó a la pena de muerte al dominicano Gregorio Urbano Gilbert por haber dado muerte al teniente de la marina CH Button en el muelle de San Pedro de Macorís. Pero la pena de muerte no se pudo ejecutar debido al clima que vivía el país.

Fue encarcelado y cuando culminó la intervención salió del país hacia Nicaragua. Allí fue a pelear junto ha Sandino con el cual tuvo una estrecha amistad; allí demostró su gran valor y heroísmo. El iba a pelear donde sea, era valiente y odiaba a los yanquis. Pocos hombres tendrán la decisión de Gregorio Urbano Gilbert y muchos menos su patriotismo.

2 comentarios:

Unknown dijo...

En ninguna de sus biografías, no sé si en sus memomrias, se refiere su participación en la Guerra de Abril de 1965, en la que tuvo una participación destacada como soldado constitucionalista e instructor de vasta experiencia. Tampoco refieren sus últimos años, vividos en extrema miseria. Yo mismo lo vi con una paletera de breteles, vendiendo caramelitos,cacaítos y paletas en los alrededores del Parque Independen-cia. Era licenciado en Filosofía, pero con conocimientos filosóficos no se vive decentemente, sólo sirve para ejercer de maestro. Hay que seguir investigando sobre este héreo latinoamericano y antillano. Solicitemos a la UASD que publique sus memorias.

Omar Jiménez, autor de "Personajes del Metro".

Unknown dijo...

No existió un héroe latino de sentimientos antinorteamericanos más puro, en el siglo XX que Gregorio Urbano Gilbert Suero. Luchó de frente contra estas tropas imperialistas cuatro veces:lapriemra vez, en el muelle de Macorís; la segunda, junto a las tropas de Evangelista y Goicochea, en el Este. Luego se unió a Sandino durante un año, siendo una figura dirigente clave, y, por último, participó en la Guerra de Abril, contra las fuerzas interventoras auspiciadas por la OEA y Estados Unidos, junto a un pueblo sediento de libertad.
Aún así, no he visto ni siquiera una tarja ni una calle en su homenaje y que nos recuerde su ardua y grandiosa lucha por ver a su pueblo con algo de felicidad.

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