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domingo, 18 de mayo de 2008

Opinión ajena… Si yo fuera el presidente Leonel Fernández me daría vergüenza que me vieran la cara.

Enviado por: Sara Pérez

PLD gastó 282 mil millones en publicidad sólo entre enero y abril de este año, entre el 18 de febrero y el 23 de marzo, ascendió a más de 114 millones, pagados directamente con dinero de las arcas nacionales.
READING, PA.- Leonel Fernández y el PLD “ganaron” las elecciones del pasado viernes 16 de mayo, acontecimiento que lo único que tiene de promisorio es que finalmente se acabó la asqueante campaña electoral, ese borboteo impúdico de imbecilidad chillona.

Ahora bien, si yo fuera el presidente Fernández me daría vergüenza que me vieran la cara. Me daría vergüenza haber tenido que salir como si yo fuera un camión de basura a recoger cualquier desperdicio político que hubiera en las aceras, comprando tránsfugas, mercenarios, traidores y prostitutas políticas.

Si yo fuera él (Leonel) me daría vergüenza haber tenido a ciertos turpenes inmorales y delincuentes haciendo campaña a su favor y secreteándoles en los oídos que necesitaban más millones que los que tenían asignados porque no eran suficientes para convencer a su ración de votantes.

A mí me avergonzaría tener que pagarle un sueldo de lujo a Fefita la Grande para que vote por mí y haber desembalsamado a Jack Veneno, entre otros del mismo perfil y con los mismos fines.

Si yo fuera Fernández me daría mucha vergüenza haberme visto obligado a emplearme tan desesperadamente a fondo, disponiendo del dinero del Estado y del pueblo, para comprar cientos de miles de cedulas para disputarle un triunfo a Miguel Vargas Maldonado y al PRD.

A mí me daría vergüenza que el PRD, partido que hace cuatro años salió del Gobierno totalmente desprestigiado, victima de una gigantesca campaña mediática de calumnias y mentiras, orquestadas por medios y periodistas corrompidos vendido al PLD, saque más del 40 por ciento de los votos, sin tener a mano todos los recursos del Estado empleados por Leonel y su PLD.
Si yo fuera Leonel Fernández me avergonzaría que su partido (el PLD) gastara 282 mil millones en publicidad sólo entre enero y abril de este año, (mucho más del doble de lo que pudo gastar el PRD, su contendor más cercano, y los demás partidos de la oposición) y sin contar el gasto publicitario del Gobierno, que en un solo mes, entre el 18 de febrero y el 23 de marzo, ascendió a más de 114 millones, pagados directamente con dinero de las arcas nacionales.

Por un asunto hasta de orgullo personal, a mí me avergonzaría no tener ni un solo voto gratis. Yo me avergonzaría de las nominillas, de haber tenido que apoyarme en más de un millón de botellas, parásitos sociales cobrando si rendir ninguna labor al Estado, de haber tenido que repartir a paletadas el dinero del Estado entre militantes de mi partido a cambio de la simpatía política.

Si yo fuera él (Leonel) me daría vergüenza hablar de la “crisis de pensamiento” que afecta a la República Dominicana, siendo el mismo Leonel el representante más conspicuo y el más beneficiado por la misma.

Si yo fuera Leonel Fernández me avergonzaría del clientelismo ramplón, lambón, cobero y cobarde, de haberles prometido dinero extra a los dirigentes intermedios en cuyas zonas ganara el PLD con más de un 60 por ciento. Me avergonzaría aprovecharme y tomar ventaja de la miseria, la pobreza, la falta de educación, cultura y conciencia de la gente humilde del pueblo, para comprarla, embrutecerla y envilecerla con una minúscula asignación de sobrevivencia, a través de la llamada Tarjeta Solidaridad emanada de la Seguridad Social, un logro y conquista humana y soial del pasado gobierno de Hipólito Mejía y el congreso del PRD.

Si yo fuera él (Leonel), me avergonzaría de los periodistas a mi servicio en los medios de comunicación, algunos de ellos tan particularmente pestíferos, estercoleros repugnantes, mentirosos y calumniadores profesionales al servicio del que basta con observarlos para hacerse una idea de cómo eran los alabarderos babosos y calieses que Trujillo consiguió reunir en su corte.

A mí me daría mucha vergüenza y asco que teniendo de aliados a Vincho y a Pelegrín, en uno de mis mítines haya un accidente en el que resulten muertos siete simpatizantes haitianos. Por cierto, ¿Ya Vincho y Pelegrín averiguaron si esos haitianos tenían actas de nacimiento y cédula y se disponían a votar? ¿No van a solicitar una investigación al respecto?

Si yo fuera Leonel me avergonzaría de cada uno de mis triunfos. Del rápido olvido de los muertos de la presa en Santiago, del fácil engaño con que una total ineptitud se convierte en una patética farsa populista, del relumbrón del Metro, cuyo costo sobrevaluado y corrupto sobrepasa los 43 mil millones de pesos, hecho a su estilo, privilegiando la fachada, del precipitado entierro del caso de la masacre de los jóvenes de Boca Chica en plena recta final de la campaña, de la ola de criminalidad y delincuencia, de la inseguridad ciudadana, de la impunidad en el expediente de la Sun Land, y todos los tantos casos escandalosos de corrupción, robo y desfalco del erario publico tapado y protegido por su gobierno a cambio de la reelección, y mil firmas más.

Si yo fuera Leonel no sabría dónde meter la cara cuando alguien mencione las vallas electorales del Invi, Inavi, Obras Públicas, y todas las instituciones públicas y los Ayuntamientos controlado por el PLD.

Si yo fuera Fernández me habría dado mucha vergüenza decir que Juan Bosch estaría orgulloso del resultado de estas elecciones, cuando sería todo lo contrario.

Y al igual que al Presidente, la vergüenza debía darle a todo el que sirva dentro del PLD. Si es que queda alguien en esa categoría. Y también debería darle vergüenza a todos aquellos ignorantes, cobardes y estúpidos que premiaron con su voto morado, cómplice e irresponsable, el rosario de canalladas, corrupción e inmoralidad que ha caracterizado la administraciones públicas de los gobiernos morado del PLD.
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