Poemario. Toda vida exterminada... Todo llanto incendiado
(En homenaje a los miles de inocentes asesinados en Siria, Palestina, Iraq, Libia, Afganistán, Sudán...)
Escrito por: Enrique Cabrera Vásquez
San Pedro de Macorís, viernes 14 de abril, 2017.-
Poemario.Toda vida exterminada... Todo llanto incendiado.
I
Carnes de niños ardiendo
Huérfanos asesinados en su inocencia
Fetos arrancados del vientre madre
Humanos quemados; despedazados
Fogatas de pólvora sobre sus cuerpos
La metralla criminal estampada
en sus rostros diezmado
Sus vidas arrancadas
por bombas y metrallas calculadas
II
Cadáveres amados sin ataúdes,
la perplejidad arrancada de sus ojos.
Sin plegaria de canto puesto
Ni mortaja de desdichado
Ni incienso exorcizado
Ni responso de deudos indignados
La solemnidad proscrita
en las tinieblas que lo arropa
Pueblos voces de consciencias claras
denunciando su asesinato
Petrificando en cada alba
su sangre derramada.
III
No hay noche; no hay día,
las lluvias estranguladas en sus interiores
La muerte oculta el sol en sus entrañas
Las bombas y las metrallas pulverizando
toda luz de sus miradas
y esperanza anhelada,
en la recóndita alegría de sus sueños.
Toda vida exterminada en su vuelo.
Manos despellejadas
arañando la faz de la tierra
buscando su libertad en la muerte
IV
Los muertos y la sangre
caminando al unísono,
Desplazándose sobre misterio cuajado
hacia un destino desconcierto
Misterio de todo tiempo ido,
venido, esperado.
La voracidad del fuego
achicharrando sus despojos.
V
Toda vida,
con colores y sin colores,
con lluvia y sin lluvia
con sexo y sin sexo
con orgasmo y sin orgasmo
Llevada en olores humanos
Con amores momificado
Siempre la misma vida,
bajo todo cielo visto
bajo todo cambio luna
Única, siempre única,
precisa, cierta,
triste o alegre,
siempre la finita vida
arropada en su memoria
Ahora sometida
al fuego del exterminio
VI
Acariciada con época ternura,
amada en todo tiempo cálido,
frío, impreciso
Es la vida humana.
Sostenida con el asombro
de toda mirada abierta
a los cielos en las auroras.
Encanto de la existencia misma
belleza de la naturaleza
alegría de todo mundo fauno
VII
¡Ah!, la vida,
tan amada, ansiada, reverenciada,
ahora exterminada
con rugir potencia de fuego
Estruendo destructor masivo
y temblores de pánico
en los rostros castigados.
Los muertos victimas espectrados,
enlazados en sus llagas,
huesos y carne reducidas
Sepultados bajo diplomacia hueca
y el silencio cómplice de Las Naciones
VIII
¡Oh!, son los muertos de Siria,
Palestina, Iraq, Libia, Afganistán,
Sudán...
Desfilando; ,,
envuelto en su propia sangre;
huyendo de su sombra cuita
Jadeos de pavor en sus instintos
bajo un sol negro de plomo
luchando contra el silencio del olvido
IX
¡Oh!, la sangre de esos
humanos asesinados.
Extinguiéndose
en la agenda de los medios
Mandato de sus asesinos.
Incendiando toda vida
con sus edades.
Patentizando su agonía y sufrimientos
X
¡Horror!
¡Tierra arrasada!
Ordena iracundo y soberbia
el mando superior.
Terror de los poderosos
Imponiendo luto y dolor
Siria, Palestina, Iraq, Libia,
Afganistán, Sudán...
El aire multiplicando
sus aullidos de dolor
y las quejas de su luto;
angustias y lágrimas ardiendo sobre
sus dolores dilatados.
Los poderes repartiéndose su
riquezas y bienes usurpados
con lúdica diplomacia.
Perfumándose con su sangre.
XI
¡Y tantas vidas exterminadas!
¡Y tanta sangre vertida!
¡Silencio de horror en
las miradas extraviadas!
Piedad por los sacrificados
Los campanarios enmudeciendo de terror
XII
¡Oh, hasta cuando!
¡Basta ya de tanta barbarie!
¡De tanto genocidio!
¡De tantas muertes sin sentido
¡De tanto escalofrío de pavor!
XIII
Brillan de emoción las
miradas de los asesinos
por el oro negro robado,
a los pueblos asaltados.
Codicia cruel de los tiranos
XIV
Asadero de niños y mujeres colgado,
de viudas y viudos;
de huérfanos y abuelos sacrificados.
Vidas arrancadas con felonía;
por bombas xenofobia lanzada.
Toda vida exterminada...
Mandato de la plutocracia enseñoreada
XV
¡Oh!,
cuanto dolor y sufrimiento perpetrado
¡Allí, en esos pueblos incendiados!
Siria, Palestina, Iraq, Libia,
Afganistán, Sudan...
la fuerza destructiva
desfigurando los matices de su cielo.
Y todo indicio de vida avistado.
Oculta el nombre de los tormentos
Y los horrores de los victimizados.
No el de los muertos y sus asesinos.
XVI
Ellos,
los muertos de Siria, Palestina,
Iraq, Libia, Afganistán, Sudan...
irradiados por bombas y metrallas
proveniente de aleves canallas
locura del despotismo cobarde
Muertos glorificados en
la conciencia de pueblos consternados
demandando justicia diáfana
a esta horrorifica violencia
que destruye pueblos hermanos.
¿Quién se la dará?
(En homenaje a los miles de inocentes asesinados en Siria, Palestina, Iraq, Libia, Afganistán, Sudán...)
Escrito por: Enrique Cabrera Vásquez
San Pedro de Macorís, viernes 14 de abril, 2017.-
Poemario.Toda vida exterminada... Todo llanto incendiado.
I
Carnes de niños ardiendo
Huérfanos asesinados en su inocencia
Fetos arrancados del vientre madre
Humanos quemados; despedazados
Fogatas de pólvora sobre sus cuerpos
La metralla criminal estampada
en sus rostros diezmado
Sus vidas arrancadas
por bombas y metrallas calculadas
II
Cadáveres amados sin ataúdes,
la perplejidad arrancada de sus ojos.
Sin plegaria de canto puesto
Ni mortaja de desdichado
Ni incienso exorcizado
Ni responso de deudos indignados
La solemnidad proscrita
en las tinieblas que lo arropa
Pueblos voces de consciencias claras
denunciando su asesinato
Petrificando en cada alba
su sangre derramada.
III
No hay noche; no hay día,
las lluvias estranguladas en sus interiores
La muerte oculta el sol en sus entrañas
Las bombas y las metrallas pulverizando
toda luz de sus miradas
y esperanza anhelada,
en la recóndita alegría de sus sueños.
Toda vida exterminada en su vuelo.
Manos despellejadas
arañando la faz de la tierra
buscando su libertad en la muerte
IV
Los muertos y la sangre
caminando al unísono,
Desplazándose sobre misterio cuajado
hacia un destino desconcierto
Misterio de todo tiempo ido,
venido, esperado.
La voracidad del fuego
achicharrando sus despojos.
V
Toda vida,
con colores y sin colores,
con lluvia y sin lluvia
con sexo y sin sexo
con orgasmo y sin orgasmo
Llevada en olores humanos
Con amores momificado
Siempre la misma vida,
bajo todo cielo visto
bajo todo cambio luna
Única, siempre única,
precisa, cierta,
triste o alegre,
siempre la finita vida
arropada en su memoria
Ahora sometida
al fuego del exterminio
VI
Acariciada con época ternura,
amada en todo tiempo cálido,
frío, impreciso
Es la vida humana.
Sostenida con el asombro
de toda mirada abierta
a los cielos en las auroras.
Encanto de la existencia misma
belleza de la naturaleza
alegría de todo mundo fauno
VII
¡Ah!, la vida,
tan amada, ansiada, reverenciada,
ahora exterminada
con rugir potencia de fuego
Estruendo destructor masivo
y temblores de pánico
en los rostros castigados.
Los muertos victimas espectrados,
enlazados en sus llagas,
huesos y carne reducidas
Sepultados bajo diplomacia hueca
y el silencio cómplice de Las Naciones
VIII
¡Oh!, son los muertos de Siria,
Palestina, Iraq, Libia, Afganistán,
Sudán...
Desfilando; ,,
envuelto en su propia sangre;
huyendo de su sombra cuita
Jadeos de pavor en sus instintos
bajo un sol negro de plomo
luchando contra el silencio del olvido
IX
¡Oh!, la sangre de esos
humanos asesinados.
Extinguiéndose
en la agenda de los medios
Mandato de sus asesinos.
Incendiando toda vida
con sus edades.
Patentizando su agonía y sufrimientos
X
¡Horror!
¡Tierra arrasada!
Ordena iracundo y soberbia
el mando superior.
Terror de los poderosos
Imponiendo luto y dolor
Siria, Palestina, Iraq, Libia,
Afganistán, Sudán...
El aire multiplicando
sus aullidos de dolor
y las quejas de su luto;
angustias y lágrimas ardiendo sobre
sus dolores dilatados.
Los poderes repartiéndose su
riquezas y bienes usurpados
con lúdica diplomacia.
Perfumándose con su sangre.
XI
¡Y tantas vidas exterminadas!
¡Y tanta sangre vertida!
¡Silencio de horror en
las miradas extraviadas!
Piedad por los sacrificados
Los campanarios enmudeciendo de terror
XII
¡Oh, hasta cuando!
¡Basta ya de tanta barbarie!
¡De tanto genocidio!
¡De tantas muertes sin sentido
¡De tanto escalofrío de pavor!
XIII
Brillan de emoción las
miradas de los asesinos
por el oro negro robado,
a los pueblos asaltados.
Codicia cruel de los tiranos
XIV
Asadero de niños y mujeres colgado,
de viudas y viudos;
de huérfanos y abuelos sacrificados.
Vidas arrancadas con felonía;
por bombas xenofobia lanzada.
Toda vida exterminada...
Mandato de la plutocracia enseñoreada
¡Oh!,
cuanto dolor y sufrimiento perpetrado
¡Allí, en esos pueblos incendiados!
Siria, Palestina, Iraq, Libia,
Afganistán, Sudan...
la fuerza destructiva
desfigurando los matices de su cielo.
Y todo indicio de vida avistado.
Oculta el nombre de los tormentos
Y los horrores de los victimizados.
No el de los muertos y sus asesinos.
XVI
Ellos,
los muertos de Siria, Palestina,
Iraq, Libia, Afganistán, Sudan...
irradiados por bombas y metrallas
proveniente de aleves canallas
locura del despotismo cobarde
Muertos glorificados en
la conciencia de pueblos consternados
demandando justicia diáfana
a esta horrorifica violencia
que destruye pueblos hermanos.
¿Quién se la dará?