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miércoles, 22 de febrero de 2017

Interrogantes e incompetencia policial en el asesinato de los comunicadores Leo Martínez y Luis Manuel Medina

Interrogantes e incompetencia policial en el asesinato de los comunicadores Leo Martínez y Luis Manuel Medina

De Ramón Rosario Piantini (PIN) se dice que antes de ingresar al CEA era una persona sumamente pobre, un pedigüeño, que carecía de solvencia económica y que hoy tres llevar unos tres años como hombre de confianza de Pepe Domínguez exhibe bienes e inmuebles que jamás podría justificar, y que según la percepción el fruto de su condición de jefe de operación del robo la corrupción en las ventas y compras de terrenos del CEA y otras actuaciones mafiosas vinculada a esa institución descentralizada del estado. Se le sindica como un hombre peligroso capaz de lo peor. Además de la protección del poder oficial dispone de sicarios armados a su entero servicios

Escrito por: Enrique Cabrera Vásquez

SAN PEDRO DE MACORIS, lunes 20 de febrero 2019.-El desarrollo pre y posterior del asesinato de los comunicadores sociales Leoninas Martínez (Leo) y Luis Manuel Medina, así como las heridas graves que la puso al borde de la muerte recibidas por la secretaria de la emisora Dayana Isabel García, el pasado martes 14 de febrero, ha dejado en el ambiente un cumulo de interrogantes e hipótesis rodeadas de especulaciones y conjeturas que solo el curso a posteriori del espeluznante hecho sangriento podría responder. La verdad con toda su crudeza queda en el misterio. Lo primero que hay que resaltar es la condición de hombre amable, Cortez, decente, respetuoso y reflexivo; enemigo de conflictos y problemas que caracterizo en vida al excelente profesional de la comunicación y profesor universitario Leo Martínez. Todo una persona de bien.

Luis Manuel Medina con su verbo directo, abierto, receptivo, un comunicador de fogoso, comprometido solidariamente con toda causa que consideraba justa al precio que fuera, y quien Emitía sus opiniones en el programa “Milenio Caliente” sin sopesar que intereses podría afectar. Sus verdades partían de sus convicciones emocionales.

Leo Martínez, la principal víctima del atentado por sus condiciones de director de la emisora y del espacio radial “Milenio Caliente”, siempre actuaba apegado a razones sociales y de interés público. Podía equivocarse pero carecía de resentimientos mezquino.

Entonces porque su asesino se ensaño en su contra, despreciando el cuadro de conducta de bien que este encarnaba, y de todo conocido. Porque decide matarlo fríamente sin sopesar en su desdeñable acción carente de justificación.

Nos llama la atención que segundo antes de perpetuar su cobarde acción, cuando Dayana Isabel García, secretaria de la emisora, le comunica a Leo que éste quería conversar con él, el comunicador reaccionara muy receptivamente exclamando inmediatamente: “no hay problema mi hermano, pase, pase”. Si previamente entre ambos hubiese existido algún problema o diferencia de peso de seguro que Leo no lo hubiese tratado con esa amigabilidad.

Además, no hay ninguna constancia de que en esos días, ni momentos antes de la tragedia criminal entre ambos se hubiese producido algún intercambio fuerte de palabras, Joselo Rodríguez nunca mostró ningún encono contra Leo, todo lo contrario, siempre se dirigió a él con respeto y distinción.

También nos llama la atención que después de hacerle los disparos mortales a Leo, éste dejara el chaleco que traía puesto en la oficina junto al cadáver del occiso con su cedula y dos pasaporte. Documentos que una hora después de los hechos la policía incautó.

Si con esos documentos en sus manos la policía ya tenía a Joselo Rodríguez como principal sospechoso de los asesinatos, porque en vez de desplegar una rápida operación de inteligencia para ubicarlo y apresarlo decidió filtrar su foto y nombre a los medio que de inmediato lo colocaron en las redes, con lo que públicamente lo puso sobre aviso para que supiera que ya andaban tras su pista.

Porque el interés de la policía en cazarlo a muerte en vez de convocar a los periodistas para ofrecerle que se entregara garantizándole la vida. Porque ese interés morboso de matarlo a sabiendas que vivo podría dar informaciones y las razones que lo llevaron a perpetuar el condenable asesinato de Martínez y Medina.

Luego de los hechos se ha acrecentado públicamente el entramado de operaciones delincuenciales y mafiosas de parte de una estructura corrupta dentro del Consejo Estatal del Azúcar (CEA), cuya principal figura es su director Pepe Domínguez y que tiene como jefe de acción a Ramón Rosario Piantini (PIN), un sujeto reconocido públicamente en el municipio Consuelo, donde nació, se crió y reside, como un anti social, del que se dice ha estado presos varias veces por actos de delincuencia, e inclusive se le señala con varias fichas policiales.

El Teléfono del matador. Según los videos difundidos,  previo a su criminal acción,  se ve claramente a través del cristal de la cabina  al matador de los dos comunicadores paseándose por los pasillos de la emisora mientras reiteradas veces habla por su celular. ¿Con quien hablaba y que era lo que habla éste, debería ser interés de los investigadores? En consecuencia, ese teléfono merece ser auditado para escuchar las últimas conversaciones de Joselo Rodríguez. ¿Dónde está  ese teléfono, lo tienen las autoridades, que ha sido de él, andaba éste con el miso al momento de ser cercado y acorralado hasta su presunto suicidio? Son preguntas de interés público que las autoridades pertinentes deben responder de inmediato. 
         
Después del asesinato de los comunicadores Leo Martínez y Luis Manuel Medina, recibí la confidencia de algunos reconocidos dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), indignados y hastiados por el cuadro de corrupción imperante dentro del CEA, que me informaron que Pin, tiene una flotilla de unos 14 vehículos, cuanta con una banda para militar y para policial y sicarios todos armados con armas cargadas al CEA, y que en los vehículos que se mueve anda con una metralleta Uzi, un fusil varias granadas. Incluso me informaron que para el día de las pasadas elecciones del 20 de mayo 2016, le dijo a la dirección del partido que tenía varias granadas para lanzarla en caso que ganara la opinión. Me recalcaron, esto datos y el accionar terrorista y delincuencial de Pin lo sabe todo el partido.

De Ramón Rosario Piantini (PIN) se dice que antes de ingresar al CEA era una persona sumamente pobre, un pedigüeño, que carecía de solvencia económica y que hoy tres llevar unos tres años como hombre de confianza de Pepe Domínguez exhibe bienes e inmuebles que jamás podría justificar, y que según la percepción el fruto de su condición de jefe de operación del robo la corrupción en las ventas y compras de terrenos del CEA y otras actuaciones mafiosas vinculada a esa institución descentralizada del estado. Se le sindica como un hombre peligroso capaz de lo peor. Además de la protección del poder oficial dispone de sicarios armados a su entero servicios

Los dos amigos comunicadores están muertos y la joven secretaria con heridas graves. Tras los hechos se han puesto a correr rumores de todas clases mientras las autoridades guardan un hermético silencio. La sociedad, los periodistas y comunicadores, el pueblo de San Pedro de Macorís y los familiares de las victimas reclaman justicia. Demandan que toda la verdad sea dicha de manera oficial. Aunque por más que se diga nunca se podrás entender por qué fueron asesinados dos hombres de vocación pacífica y que le servían a su comunidad de manera entregada, con responsabilidad y seriedad profesional.



Todas las víctimas del horrendo hecho es  resultado del entramado de delincuencia, robos, corrupción, impunidad, protección oficial, mafias apadrinada desde el poder, tráfico de influencia, cohecho y el gigantesco desorden gerencial y administrativo prevaleciente dentro del Consejo Estatal del Azúcar (CEA) dirigido por sus últimos tres directores, Enrique Martínez, Juan Francisco Matos y José Joaquín Domínguez Peña, (Pepe), quienes personalmente han estado al frente de todas estas anomalías, pillajes, y favoritismo gansteril que ha convertido esa institución en un símbolo de perversidad y latrocinio.

 (Fotos de los tres últimos directores  del CEA).

http://elcolosodemacoris.com/web/?p=24330

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