Escrito por: doctor Jesús Feris Iglesias
REPUBLICA DOMINICANA.- Debido a la gran cantidad de preguntas que hemos recibido en estos días en torno a esta enfermedad, nos vemos precisados a aclarar algunos conceptos para la mejor comprensión de la enfermedad y su evolución en las personas afectadas.
Hemos dicho en múltiples ocasiones que la chikungunya no repite porque el organismo desarrolla anticuerpos contra este virus y es como si fuera haberse vacunado, aunque al presente no existe una vacuna para esta enfermedad en todos los afectados.
La enfermedad se caracteriza, generalmente, por una evolución que avanza en tres etapas, aunque no siempre ocurre de esa manera.
La fase aguda de la enfermedad se inicia con fiebre alta continua o intermitente superior a los 39 grados centígrados, acompañada de dolor articular severo. Otros síntomas y signos que puede padecer el enfermo son: dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda, náuseas y vómitos, exantema con picor -que aparece entre los tres a cinco días-, conjuntivitis y otros. Esta fase puede durar de tres a 10 días y desaparecer volviendo la persona enferma a la normalidad.
El tratamiento recomendado en esta fase es la de atenuar la fiebre y el malestar general con acetaminofén a la dosis e intervalo recomendado por el médico de acuerdo a la edad y características del enfermo.
La fase sub aguda: es la que reaparece diez días después de iniciada la enfermedad cuando se presenta la exacerbación de los dolores articulares y musculares, sobre todo en las articulaciones y músculos previamente afectados. Además, suele presentarse inflamación de los tendones de las muñecas y los tobillos. Esta fase puede durar hasta tres meses.
En esta fase se debe agregar un anti inflamatorio no esteroideo y, al igual que en la fase anterior, el cual debe ser indicado por el médico tratante a la dosis e intervalo que él considere.
La fase crónica: consiste en la persistencia de los dolores articulares y musculares por más de tres meses y hasta más allá de los dos años. Se considera como la fase de reumatismo prolongado. Puede presentarse fatiga y depresión con la consecuencia de deterioro en la calidad de vida por varios meses o años.
El tratamiento en esta fase es más complicado y es preferible que las personas con dolores crónicos sean vistas y tratadas por los reumatólogos que son los especialistas en tratar las artritis reumatoidea, y que indicarán tratamientos más complejos incluyendo esteroides de acuerdo a su experiencia.
De acuerdo a lo ocurrido en Sudáfrica, el promedio de los síntomas persistentes por 18 meses fue de 15%. En la India el 49% de los afectados persistieron con dolores por 10 meses consecutivos, y en la isla Reunión el 47% persistió con dolores por dos años.
El país ha sido afectado por una gran epidemia por el virus de chikungunya, razón por la cual debería ser objeto de múltiples estudios para mejor comprensión de la enfermedad. Entre otros destacamos: porcentaje de la población afectada en la fase aguda, subaguda y crónica y el conocimiento del impacto que ha tenido en la economía y productividad del país por el gran número de ausentismo laboral y escolar.
Esperamos que el gobierno central, a través de las instituciones correspondientes, disponga de fondos para tales investigaciones ya que a nivel internacional hay poca información sobre esta relativamente nueva problemática.
REPUBLICA DOMINICANA.- Debido a la gran cantidad de preguntas que hemos recibido en estos días en torno a esta enfermedad, nos vemos precisados a aclarar algunos conceptos para la mejor comprensión de la enfermedad y su evolución en las personas afectadas.
Hemos dicho en múltiples ocasiones que la chikungunya no repite porque el organismo desarrolla anticuerpos contra este virus y es como si fuera haberse vacunado, aunque al presente no existe una vacuna para esta enfermedad en todos los afectados.
La enfermedad se caracteriza, generalmente, por una evolución que avanza en tres etapas, aunque no siempre ocurre de esa manera.
La fase aguda de la enfermedad se inicia con fiebre alta continua o intermitente superior a los 39 grados centígrados, acompañada de dolor articular severo. Otros síntomas y signos que puede padecer el enfermo son: dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda, náuseas y vómitos, exantema con picor -que aparece entre los tres a cinco días-, conjuntivitis y otros. Esta fase puede durar de tres a 10 días y desaparecer volviendo la persona enferma a la normalidad.
El tratamiento recomendado en esta fase es la de atenuar la fiebre y el malestar general con acetaminofén a la dosis e intervalo recomendado por el médico de acuerdo a la edad y características del enfermo.
La fase sub aguda: es la que reaparece diez días después de iniciada la enfermedad cuando se presenta la exacerbación de los dolores articulares y musculares, sobre todo en las articulaciones y músculos previamente afectados. Además, suele presentarse inflamación de los tendones de las muñecas y los tobillos. Esta fase puede durar hasta tres meses.
En esta fase se debe agregar un anti inflamatorio no esteroideo y, al igual que en la fase anterior, el cual debe ser indicado por el médico tratante a la dosis e intervalo que él considere.
La fase crónica: consiste en la persistencia de los dolores articulares y musculares por más de tres meses y hasta más allá de los dos años. Se considera como la fase de reumatismo prolongado. Puede presentarse fatiga y depresión con la consecuencia de deterioro en la calidad de vida por varios meses o años.
El tratamiento en esta fase es más complicado y es preferible que las personas con dolores crónicos sean vistas y tratadas por los reumatólogos que son los especialistas en tratar las artritis reumatoidea, y que indicarán tratamientos más complejos incluyendo esteroides de acuerdo a su experiencia.
De acuerdo a lo ocurrido en Sudáfrica, el promedio de los síntomas persistentes por 18 meses fue de 15%. En la India el 49% de los afectados persistieron con dolores por 10 meses consecutivos, y en la isla Reunión el 47% persistió con dolores por dos años.
El país ha sido afectado por una gran epidemia por el virus de chikungunya, razón por la cual debería ser objeto de múltiples estudios para mejor comprensión de la enfermedad. Entre otros destacamos: porcentaje de la población afectada en la fase aguda, subaguda y crónica y el conocimiento del impacto que ha tenido en la economía y productividad del país por el gran número de ausentismo laboral y escolar.
Esperamos que el gobierno central, a través de las instituciones correspondientes, disponga de fondos para tales investigaciones ya que a nivel internacional hay poca información sobre esta relativamente nueva problemática.