Por Enrique Cabrera Vásquez
-Director-Editor -
El gobierno militar que preside el general Pervez Musharraf salió rápidamente acusando del hecho a la red terrorista internacional Al Qaeda en un intento de desviar la atención más socorrida hacia su persona que lo señalan, desde el principio, como el principal sospechoso por el cobarde asesinato de la líder opositora Benazir Bhuto.
Horas después del atentado suicida el gobierno pakistaní responsabilizó del mismo al líder tribal vinculado a Al Qaeda, Baitullah Mehswud, aplicando la máxima de que al dedo malo todo se le pega. Empero, el enemigo de la Bhuto negó de inmediato la acusación.
Hay que recordar que Pakistán es gobernada desde el 12 de octubre de 1992 por un gobierno militar encabezado por Pervez Musharraf, quien ese día asumió el control del país mediante un golpe de estado. Musharraf siempre ha contado con el respaldo de los Estados Unidos, cuyo gobierno anunció que colabora en la investigación del asesinato de Bhutto
Las agencias internacionales de prensa dan cuenta que “Ante la ola de violencia desatada en Pakistán tras la muerte de Benazir Bhutto, el presidente Pervez Musharraf ha pedido a las fuerzas de seguridad que emprendan “acciones firmes” y usen “todos los medios” contra los miles de alborotadores que están protagonizando disturbios por todo el país. El presidente paquistaní ha dicho en una reunión al ministro del Interior, el jefe del Ejército y los jefes de las agencias de seguridad, que los que están saqueando y prendiendo fuego en el país "deben ser tratados con firmeza y deben tomarse todas las medidas para garantizar la seguridad de la población”.
“El último balance (a la fecha) dado por el Ministerio del Interior paquistaní señala que al menos 38 personas han muerto y 53 han resultado heridas tras el asesinato de la líder opositora. Las autoridades cifran asimismo en decenas de millones de dólares los daños provocados por las revueltas ocurridas desde el pasado jueves. Las cifras oficiales detallan que 174 bancos, 34 gasolineras, 765 comercios y 72 vagones de tren han sido incendiados”.
-Director-Editor -
El gobierno militar que preside el general Pervez Musharraf salió rápidamente acusando del hecho a la red terrorista internacional Al Qaeda en un intento de desviar la atención más socorrida hacia su persona que lo señalan, desde el principio, como el principal sospechoso por el cobarde asesinato de la líder opositora Benazir Bhuto.
Horas después del atentado suicida el gobierno pakistaní responsabilizó del mismo al líder tribal vinculado a Al Qaeda, Baitullah Mehswud, aplicando la máxima de que al dedo malo todo se le pega. Empero, el enemigo de la Bhuto negó de inmediato la acusación.
Hay que recordar que Pakistán es gobernada desde el 12 de octubre de 1992 por un gobierno militar encabezado por Pervez Musharraf, quien ese día asumió el control del país mediante un golpe de estado. Musharraf siempre ha contado con el respaldo de los Estados Unidos, cuyo gobierno anunció que colabora en la investigación del asesinato de Bhutto
Las agencias internacionales de prensa dan cuenta que “Ante la ola de violencia desatada en Pakistán tras la muerte de Benazir Bhutto, el presidente Pervez Musharraf ha pedido a las fuerzas de seguridad que emprendan “acciones firmes” y usen “todos los medios” contra los miles de alborotadores que están protagonizando disturbios por todo el país. El presidente paquistaní ha dicho en una reunión al ministro del Interior, el jefe del Ejército y los jefes de las agencias de seguridad, que los que están saqueando y prendiendo fuego en el país "deben ser tratados con firmeza y deben tomarse todas las medidas para garantizar la seguridad de la población”.
“El último balance (a la fecha) dado por el Ministerio del Interior paquistaní señala que al menos 38 personas han muerto y 53 han resultado heridas tras el asesinato de la líder opositora. Las autoridades cifran asimismo en decenas de millones de dólares los daños provocados por las revueltas ocurridas desde el pasado jueves. Las cifras oficiales detallan que 174 bancos, 34 gasolineras, 765 comercios y 72 vagones de tren han sido incendiados”.